Ser empresario en Honduras es un acto de héroes y heroínas

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15 de febrero de 2020
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12:14 am
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Ser empresario en Honduras es un acto de héroes y heroínas

Por: Carlos Medrano
Periodista

En Honduras el ser empresario o emprendedor es un verdadero acto de héroes y heroínas, ya que a pesar de tener una serie de condiciones adversas que más bien atentan en contra de la inversión, deciden arriesgar el capital suyo y el de su familia, en busca de mejores condiciones de vida.

Hay quienes son más radicales y aseguran que el ser empresario en Honduras es un acto de irresponsabilidad, pero hoy trataré de ser positivo y destacar la vida de aquellos hombres y mujeres que tuvieron una buena idea, que le dieron vida y que hoy están “remando” contra viento y marea y en turbulentas aguas en un país sumamente complicado.

Recientemente, y bajo el principio que “el honrar, honra”, el COHEP destacó la trayectoria de 12 empresarios que han dejado un legado histórico en el país, que, sin capital, sin herencia, sin “un peso en la bolsa”, levantaron grandes empresas, generaron miles de empleos que le cambiaron la vida a cientos de personas que hoy son hombres y mujeres de bien.

Quién no recuerda a Juan Canahuati, el padre de la maquila en Honduras, que con una visión sin igual empezó a construir los parques industriales que revolucionaron toda una región en el país y específicamente en el departamento de Cortés.

Además de construir la marca Lovable que tiene sello internacional, crea Elcatex, Zip Buena Vista, Pacer, Best Form, Spring City, y es representante de renombradas marcas internacionales como Zara, Lee y Hanes Brand International.

Sus hijos han continuado con creces su legado, Mario y Jesús Canahuati son tan creativos como su padre y han multiplicado su capital, haciendo de San Pedro Sula un verdadero emporio industrial que compite con otros industriales de la región centroamericana y EEUU.

Hablar de Rafael Ferrari es reconocer al empresario de los medios de comunicación como el líder del sector. Ferrari hizo convenios importantes con otros canales de televisión mexicanos para importar las famosas novelas que por años entretuvieron y entretienen a miles y miles de hondureños, fundó los noticieros y fue el primero en atreverse a transmitir el fútbol extranjero y de traer eventos internacionales a la pantalla chica.

Su sello filantrópico lo puso al fundar la Teletón, un centro de atención al discapacitado que ha sanado a miles de compatriotas, que no pueden ser atendidos en los atestados hospitales públicos.

Juan Atala, el padre de los destacados banqueros Camilo y Javier Atala, principales figuras del Banco Ficohsa, fue gerente general de Honduras Pitch Pine (HONPIPI), Danlí Industrial, Inversiones del Pacífico, SERMA, Interamericana de Seguros, Conpacasa y el Grupo Financiero Ficohsa.

Don Juan, toda la vida le imprimió un sello especial a su actividad empresarial que fue el invertir en la educación, ya que consideraba que este factor sería el pilar del desarrollo de Honduras y fundó la Fundación Ficohsa, que hoy es una de las grandes inversoras de la educación prebásica y básica, bases para que los niños se reproduzcan con todos los conocimientos para triunfar en este competitivo mundo.

El industrial más exitoso del país fue Miguel Facussé, quien fundó Químicas Dinant, innovando con marcas de renombre centroamericano, elaborando productos de limpieza, jabones, pastas dentales, aceites, que hoy inundan el mercado regional.

“Tío Mike”, como cariñosamente le decían sus amigos, construyó un verdadero imperio agroindustrial, siendo uno de los principales productores de palma africana. Su hijo Miguel Mauricio ha seguido con buen suceso sus pasos y ha abierto nuevas fábricas que generan trabajo, específicamente en el centro del país, en Comayagua.

No podemos mencionar a todos los galardonados porque el espacio sería insuficiente, pero el COHEP también destacó a Carmen Aguilar, la famosa productora y comercializadora de los afamados chicharrones de Comayagua; el hombre de “roble”, Fernando Lardizábal, empresario maderero; Merceditas Sikaffy, quien exportó ropa a tiendas estadounidenses; el eterno banquero Jorge Bueso Arias, toda una institución de credibilidad en Honduras; Jorge J. Larach, fundador del Diario La Prensa e inversionista de varias empresas importantes del país; Yude Canahuati, inversionista cementero, en laboratorio de medicamentos y distribuidor de vehículos, entre otros; y Boris Goldstein, el banquero e industrial de la harina.

Honduras tiene personas que han creído en esta nación, en su futuro y en su economía, han levantado empresas frente a toda adversidad, internas y externas, generando trabajo, por lo tanto, me parece que este evento hay que resaltarlo, pues en el país somos dados, de manera mezquina y egoísta, a no reconocer el éxito de las personas triunfadoras.

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