“El celibato”, una piedra en el zapato del Vaticano

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17 de febrero de 2020
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12:46 am
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“El celibato”, una piedra en el zapato del Vaticano

Por Mario E. Fumero

Uno de los grandes conflictos que actualmente tiene la Iglesia Católica Romana, y el cual se ha convertido en una piedra en el zapato del Papa Francisco, es la abolición o permanencia del celibato dentro de la Iglesia, el cual pudiera ayudar a evitar muchos problemas relacionados con la homosexualidad, pederastia y otras conductas sexuales que ocurren tras bastidores en diversos países y que ha causado denuncias y escándalos en los medios. También tendrán que analizar la falta de vocaciones para el sacerdocio, porque la generación de hoy es más liberal y promiscua que las anteriores.

El celibato dentro de la Iglesia Católica Romana es un dogma de fe, y no tiene sustento bíblico ni teológico, ya que el apóstol San Pedro, supuestamente considerado como el primer papa, era casado, pues relata las escrituras que Jesús le sanó la suegra, y si tenía suegra, no cabe duda que también tenía una mujer (Mateo 8:4). Esto demuestra que no existe en las Escrituras un fundamento doctrinal que imponga el celibato como dogma de fe para los ministros, aunque el apóstol San Pablo lo recomienda voluntariamente, pues afirma que si alguno no se casa, podría dedicarse mejor a las cosas del Señor (1 Corintios 7:32), pero esto no es una imposición, sino una elección, ya que para ello debe tener el don de continencia (1 Corintios 7:9).

Algunos líderes y obispos de la Iglesia Católica tratan de enfrentar la crisis vocacional que tienen, proponiendo que se acepten como sacerdotes a los hombres casados, pero el ala conservadora del Vaticano mantiene su firme postura de mantener vigente el celibato, aunque en los tiempos modernos esto represente una piedra en el zapato del Vaticano y un motivo de demandas y escándalos.

Mantener esta posición radical va a contribuir a que los escándalos sexuales sigan apareciendo, y no parecen aceptar que en las últimas décadas la Iglesia Católica ha sufrido grandes crisis y demandas millonarias debido a la mala conducta de algunos sacerdotes que han sido acusados y señalados como enfermos sexuales, lo que pone en tela de juicio el testimonio del cristianismo.

Negarle al hombre el derecho al matrimonio para poder servir a Dios es ilógico, máxime en nuestros tiempos. Este dogma va contra la Palabra de Dios y aunque ya existían movimientos dentro del catolicismo que proponían que los religiosos practicasen el celibato entre los siglos III y IV, no fue hasta el año 1123 al 1139 que se impondría para convertirse en un dogma de fe en los dos concilios de Letrán por los papas León IX y Gregorio VII. La causa por la cual se estableció el celibato consistía en acaparar más poder económico, al exigirle a los líderes religiosos, por medio del voto del celibato, que se casaran con la iglesia, y al morir, todos los bienes que habían adquirido pasaban a la Iglesia Católica. Esto le permitió al Vaticano tener un gran poder económico en la Edad Media, porque incluso, cuenta la historia que muchos cardenales y obispos compraron sus puestos, y aportaron sus grandes fortunas a las arcas del Vaticano.

Tarde o temprano la Iglesia de Roma deberá aceptar el matrimonio de sus sacerdotes, o de lo contrario, se tendrán que enfrentar a denuncias, demandas y escándalos que la debilitaran aun más de lo que ya está en estos momentos, porque no podemos ir contra la historia, los tiempos modernos y la realidad social de un mundo en donde todo se sabe de la noche a la mañana.

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