“El Porky” mantuvo su postura de líder “sanguinario” ante los fiscales
Alexander Mendoza, alias “El Porky”.
Durante el debate del juicio oral y público que se ventilaba en su contra en la sala I del Tribunal de Sentencia con Jurisdicción Nacional de la capital, Alexander Mendoza, alias “El Porky”, a pesar de estar preso, se sentía “intocable” y no le importaba amedrentar a los dos agentes de tribunales del ente acusador.
Durante la evacuación de la prueba, Mendoza les hacía señas haciendo alusión que les cortaría el cuello por lo que estaban haciendo en su contra, además de reírse de ellos, lanzaba mensajes con el fin de que los fiscales, así como los jueces supieran de lo que era capaz.
En una ocasión, durante su estadía en el Tribunal, dijo que la Fiscalía le iba a presentar un testigo que usaron en el juicio “Avalancha” y que más bien ya lo había mandado a matar.
Es de precisar que el aspecto de “El porky” cambió de manera abismal, en comparación de cuando llegaba a los Tribunales de Tegucigalpa y San Pedro Sula, a inicios del 2019, actualmente lucía descuidado y con pérdida de peso.
El juicio que actualmente se desarrollaba en la capital, se encuentra avanzado en un 85 por ciento de la prueba de cargo ofertada por el Ministerio Público, hace dos semanas, se culminó con los dictámenes de extracciones telefónicas y escuchas, lo único que se encuentra pendiente de conocer es la vinculación criminal en los hechos por los cuales están siendo señalados, más los medios de prueba a favor de los encausados.
BLINDAJE
Tras las amenazas a muerte que a pesar de estar preso realizaba, “El Porky” ahora se encuentra libre y siendo buscado hasta por debajo de las piedras, ante esta situación la Fiscalía deberá de redoblar la seguridad a sus agentes de tribunales que emprendían la acusación en su contra, así como al resto que le presentó acusación y que logró sentencias en su contra.
Es de mencionar que la pena concreta por el caso “Avalancha”, el Ministerio Público (MP), a través de la Fiscalía Especial de Delitos Contra la Vida (FEDCV) y la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO), solicitaron a los jueces de la sala II del Tribunal de Sentencia con Competencia Territorial Nacional, en enero del 2019, una pena máxima de 150 años de prisión contra Alexander Mendoza, alias “El Porky” .
Las penas solicitadas en audiencia de individualización de la pena fue por los fiscales de la Unidad de Muertes Cometidas por Estructuras Criminales, se deben al fallo condenatorio que emitieron los jueces
al “Porky”, jefe nacional de la MS-13, se le culpó por cinco delitos de asesinato, tres de ellos en concurso real.
Asimismo, se supo que se trabaja en la sentencia concreta que aún no ha sido finalizada por parte de los jueces que conocieron la causa.
“El Porky” fue condenado a 20 años de prisión por el expediente promovido por la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO) por el delito de asociación ilícita y otros 20 años más por el delito de lavado de activos.
De acuerdo al perfil delincuencial de “El Porky”, que también se hace llamar Yulan Andony Archaga Carías, con identidad 0824-1982-00097, nació el 21 de enero de 1982, es originario de San Pedro Sula, y es considerado como el principal cabecilla a nivel nacional de la Mara Salvatrucha (MS-13), tiene más de 20 años de formar parte de la estructura, ha coordinando múltiples actividades criminales como ser: homicidios, lavado de activos, extorsión, narcotráfico, entre otros.
Según investigaciones hasta el 2015, antes de su detención tenía invertido 150,000,000.00 millones de lempiras en drogas a nivel nacional, con la Operación Avalancha se le aseguró a esta organización criminal unos 500,000,000.00 millones de lempiras en bienes muebles e inmuebles.
La detención de “El Porky” se ejecutó el 28 de diciembre del 2015, en San Pedro Sula, en acciones previas a “Avalancha I”, mientras que al alias “Negro Paguada o Pagua” se le capturó en plena ejecución de la operación el 23 de febrero del 2016.
Según el requerimiento, las fiscales se trasladaban de las instalaciones de la Fiscalía Regional del Norte hacia sus domicilios, siendo interceptadas y ultimadas por los imputados a eso de las 7:00 de la noche al momento que esperaban la luz verde del semáforo localizado a las inmediaciones del centro de operaciones de la Pepsi.
