Taiwán debe participar en la Asamblea Mundial de la Salud
Por Nery Alexis Gaitán
Como es usual, la política expansionista de China continental continúa aislando a Taiwán de los organismos internacionales a los que tiene derecho a participar por ser una república soberana e independiente. En este caso, ante la epidemia del coronavirus los taiwaneses están realizando una gran labor para evitar que el virus entre y se expanda en su país. Acción que debe ser reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además que sus investigaciones serán muy valiosas para erradicar la enfermedad.
La OMS todavía no atiende el llamado realizado por un centenar de países, aliados y amigos de Taiwán, sobre la urgente necesidad de incorporarlo a sus reuniones y darle acceso a la información epidémica para así evitar la propagación del mortal virus 2019-nCoV; aunque como ya se mencionó el país está haciendo denodados esfuerzos por evitar la propagación de este mortal virus.
En aspectos de salud, los hondureños tenemos mucho que agradecerles a los hermanos taiwaneses. Como ejemplo, citaremos que solo en una campaña de salud el gobierno de Taiwán logró realizar más de dos mil cirugías en pacientes que formaban parte de la mora quirúrgica. Asimismo han apoyado a la Secretaría de Salud en diferentes hospitales y centros de salud, con donación de equipo, material médico quirúrgico, infraestructura, brigadas médicas y aporte económico para el control de enfermedades.
Es por ello que el gobierno hondureño ha mostrado su solidaridad solicitando la incorporación de Taiwán en la reunión de la OMS, que se celebra en Ginebra, Suiza. Es de suma importancia para los amigos de Taiwán, ya que a su criterio esta reunión del Consejo Ejecutivo le debe otorgar el estatus de observador en los encuentros y reuniones de la organización.
Además han destacado el apoyo permanente e incondicional que Taiwán les ha brindado en materia de salud. Haciendo énfasis en los servicios de solidaridad que ha practicado por todo el mundo; además de contar con uno de los mejores sistemas de sanidad interna, lo que le da derecho para ganarse un escaño en tan importante reunión y en las venideras.
Hay que recordar que la apertura cada vez mayor de fronteras y políticas migratorias ha supuesto nuevos desafíos a la prevención y control de enfermedades contagiosas transnacionales. Únicamente una cooperación más estrecha y completa entre los países del mundo, puede garantizar efectivamente la salud y el bienestar del ser humano.
Taiwán, ubicado en el centro neurálgico del Indo-pacífico, con un movimiento frecuente de bienes y personas, tiene la gran necesidad de prevenir epidemias. Sin embargo, es una lástima que por motivos políticos, no se le permita participar plenamente en las reuniones técnicas, mecanismos y actividades de la OMS.
Y sobre todo en este momento que el coronavirus está por convertirse en una pandemia. La actitud indolente de la OMS, no tiene justificación alguna, más que continuar haciéndole el juego a la política expansionista de China continental.
No debemos olvidar todo lo que ha ayudado y puede seguir ayudando Taiwán a la salud global. Y es necesario señalar que muestra un excelente desempeño en la cobertura sanitaria universal. Y que desde la implementación del Seguro Nacional de Salud en 1995, todos los taiwaneses tienen acceso a los cuidados médicos necesarios, al igual que los extranjeros que estén estudiando, trabajando o tengan un permiso de residencia, esto sin discriminar a nadie.
Negarle a Taiwán su participación en la OMS contradice la Carta Magna de los derechos humanos universales. Situación que tanto la ONU, como la OMS, deben remediar en el menor tiempo posible. No se puede seguir ignorando a un país que tanto ha ayudado al bienestar global como lo han hecho los taiwaneses.
¡Es un acto de justicia que Taiwán participe en la OMS!
