ACCIONES AUDACES
PRIMERO ocurrió el caos en la transmisión de resultados en el caucus de Iowa. La culpa de la maraña, los aparatos tecnológicos y las aplicaciones utilizadas. Ahora ocurre lo inaudito en un país caribeño. El sistema de voto electrónico utilizado en las elecciones municipales en República Dominicana, falla estrepitosamente. Ante semejante despropósito, la confusión y las acusaciones de fraude, la Junta Central Electoral (JCE) se vio obligada a suspender las elecciones. No hubo manera de normalizar la situación o corregir los desperfectos que impidieron la votación en distintos colegios electorales. Los problemas técnicos del sistema utilizado por primera vez, fueron en todo el país. No funcionó el voto electrónico o automatizado –como lo denominan– obligando a la autoridad electoral a cancelar el ejercicio de una elección que estaba programada para realizarse el domingo. En vista de los problemas insalvables presentados, la Junta Electoral, sin lograr el consenso de todos los partidos, decidió a las 11 de la mañana suspender las elecciones, a nivel general en todo el país. Tanto en los municipios donde se practicaba el sufragio con el voto electrónico como donde lo hacían con boletas físicas.
Los funcionarios electorales reconocieron que desde anoche “las mesas que corresponden al modelo del voto automatizado comenzaron a advertir de la inconsistencia de que la boleta marcada en cada uno de esos colegios tenía un problema, un error”. “En la mitad de los colegios donde se iba a votar de manera automatizada “las boletas estaban subiendo incompletas”. Durante toda la noche intentaron corregir el error sin lograr resultado satisfactorio. La suspensión de la elección fue decidida con el solo aviso que “oportunamente, en consulta con el liderazgo nacional, la JCE hará la convocatoria extraordinaria correspondiente”. Ante un evidente hecho escandaloso, y las recriminaciones políticas que no se dejaron esperar, la misión de observadores de la OEA, apresurada emitió un comunicado llamando a un “diálogo franco y constructivo”. Para aquellos que les gusta cambiar de modalidad en la manera de efectuar las votaciones, creyendo que lo electrónico es más digno de confianza que lo manual, lo sucedido quizás sirva para abrirles los ojos. De acuerdo a la autoridad electoral “el voto automatizado, que se utilizaba por primera vez en unos comicios en República Dominicana, se iba a implementar solo en 1,772 de los 16,032 recintos electorales, ya que en el resto era manual y en estos no ha habido ningún problema”. Los políticos reaccionaron enfurecidos ante lo sucedido. El candidato presidencial por el PRM lo consideró un “grave atropello a los derechos democráticos”.
El líder opositor culpó a las autoridades del país por la “profunda crisis institucional” y afirmó que la JCE “ha fracasado”. Los partidos de oposición en coro piden la inmediata dimisión del presidente de la Junta Electoral. El expresidente Leonel Fernández, desde hace meses distanciado de su partido expresó: “El único partido que extrañamente no se vio afectado por ninguna de estas circunstancias anómalas, fue el partido de gobierno, cuya actual cúpula de dirigencia desde hace algún tiempo, viene cultivando una inescrupulosa conducta de irrespeto a la Constitución, de desconocimiento de la institucionalidad democrática y de quebrantamiento de la voluntad popular”. La embajada norteamericana subió un aviso en su página digital “urgiendo a sus ciudadanos en el país caribeño a tener precaución ante un posible brote de violencia, en especial en las inmediaciones de los centros de voto”. En el desorden se reporta que un hombre fue baleado a muerte el domingo durante un altercado asociado a la anulación de las elecciones municipales en el sector de Guaricanos, en Santo Domingo.
