Miramonte
Una ciudad sin agua es una ciudad muerta que no tiene porvenir, nuestros gobernantes tanto el Ejecutivo como la Alcaldía tienen mea culpa, no solo los actuales porque este mal es heredado de administraciones pasadas; desde cuándo no se construye una represa, desde el gobierno del ingeniero José Simón Azcona y han pasado más de (6) seis administraciones y ninguna se ha preocupado de ese gravísimo problema; los alcaldes en épocas pasadas no eran responsables del agua, ya que era manejado por un ente autónomo como ser el Servicio Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA); que ahora ha sido traspasado a la Municipalidad, con esto no es que quiera disculpar a las autoridades de la Alcaldía, ingeniero Nasry Asfura; ya que este, si bien es cierto solo se ha dedicado a cambiarle el rostro a la capital, por eso le llaman alcalde cemento, pero hay que felicitarlo porque ningún otro alcalde hizo obras como él, los anteriores ni siquiera se han preocupado por barrer las calles y avenidas, lo único que han hecho ha sido para su propio peculio.
Si bien es cierto que de promesas nadie vive, o soluciona esa difícil situación, y eso que ya se están licitando la construcción de (3) represas y cuánto tiempo va a tardar su construcción si es que lo llevan a feliz término: pero el mal aun persiste y el enfermo moribundo se muere de sed; hay que buscar una salida inmediata y esta puede ser bombeando agua de las represas de Nacaome, o algo de la Laguna del Pescado, o la de El Pedregal, o sino trayendo esas máquinas israelitas que con electricidad producen agua, o bombeando del Río del Hombre, y también la perforación de pozos por todos los rumbos de la capital; pero hay que buscar una solución inmediata al problema, contamos con la energía del ingeniero Nasry Asfura y el apoyo del señor Presidente Juan Orlando Hernández A. Así que manos a la obra.
Hermann M. Reichle V.
Tegucigalpa, M.D.C.
