Por: Ing. Francisco Morales H.
A menudo pienso en la experiencia que viví en el programa siendo paciente del Dr. José Ramón Solórzano (QDDG), una de las pocas personas que uno conoce en la vida de las que no se tiene un mal recuerdo, una persona que nunca hizo un comentario despectivo o negativo, de los que siempre hablaba en términos positivos sin menospreciar a nadie, un verdadero motivador, un profesional de primera línea y un amigo sincero.
Utilizando una analogía entre una cuenta bancaria, los sentimientos de una persona, definiendo los depósitos como comentarios y acciones positivas y los retiros como comentarios negativos, ofensas y/o acciones negativas; sin lugar a dudas el Dr. Solórzano hizo solo depósitos en las cuentas de sus pacientes y amigos, jamás un retiro; por tanto su balance era siempre positivo y además creciente y el retorno sobre su inversión era un profundo agradecimiento y fidelidad de sus pacientes y amigos.
Y aunque la intención original del presente artículo no es la que sigue, hagamos un alto y le invito a que analice usted qué tantos depósitos como retiros hace en la cuenta de sus seres queridos, de sus colaboradores, de sus compañeros de trabajo y de quien se cruce en su camino. He decirle que también conozco personas que a pesar de hacer depósitos, sus retiros son tan grandes que dejan la cuenta en cero, otros en números rojos y también conozco a quienes solo retiros hacen en las cuentas de quienes les rodean. Es muy difícil obtener retornos positivos sobre inversiones negativas, lo más seguro, o lo único seguro, es que de sus inversiones negativas obtendrá resultados negativos, pérdidas, es una ley no solo financiera sino de otras ciencias, lo que siembra se cosecha.
Y con el párrafo anterior terminamos el desvió o el alto y retomamos el camino original: Cero casaca. Ese era el lema del programa para perder de peso y ganar salud. El Dr. creó un chat de WhatsApp al que había denominado: “La selección de la casaca” y pertenecer al chat no era tarea fácil, se tenía que ganar el derecho a ser parte del grupo y permanecer en él, es decir, tener un compromiso demostrado con el programa, con hechos y no palabras y al comprobarlo pasaba a formar parte del exclusivo grupo de seleccionados o “gordos casaqueros”. El Dr. Solórzano no utilizaba la palabra “gordo” en un sentido despectivo sino para presentar la realidad de sus seleccionados y “casaqueros” pues cada integrante tenia mil y una excusas para justificar su gordura, es decir, mil y una casacas.
Cero casacas equivale a cero excusas, se sigue el programa de alimentación y ejercicios independientemente de la situación que se viva, se hace o se hace, fallar repetidamente significaba la salida de la selección. Si se hace lo que se tiene que hacer se obtiene resultados sino pues no, y el programa era un éxito para quien se despojaba de casacas y lo seguía hasta alcanzar la meta, realmente genial.
Vivir sin casacas, vivir sin excusas me fue difícil pero al mismo tiempo fue realmente espectacular, fuera de serie, uno se sentía empoderado y seguro del resultado.
Y el amable lector, a estas alturas se ha de estar preguntando: ¿y todo esto tiene que ver con bajar de peso o con finanzas personales? Pregunta muy válida.
Un gran porcentaje de nosotros, decimos que no podemos ahorrar, que el dinero no nos ajusta, que no podemos evitar endeudarnos para comprar aquello que deseamos, que no podemos generar otras fuentes de ingreso, que las comisiones del sueldo variable que tienen algunos son imposibles de alcanzar, que no se encuentra motivado en su trabajo (pero igual sigue cobrando), en fin tantos pretextos, tantas excusas para vivir presentando resultados mediocres, y pues parafraseando al Dr., tanta casaca, inmersos viviendo en la casaca.
Cero casacas significa quitarnos el velo mental, físico, sentimental y emocional que no nos deja avanzar al resultado añorado, significa ir en pos de la meta sin permitirse que los obstáculos del camino le impidan avanzar, cada obstáculo es simplemente una prueba con su grado de dificultad que hay que pasar para seguir en el camino hasta lograr el objetivo. Es una actitud mental de “voy y lo consigo y punto”, sin más excusas, sin más bloqueos mentales, sin permitir que otros logren desmotivarnos, sin permitir que las zancadillas de otros nos impidan avanzar, zancadillas que si uno puede las evita y si logran el objetivo de hacerle caer, pues no quedarse ahí en el suelo lamentándose sino levantarse y seguir avanzando, cero casacas propias y ajenas.
Imagínese tomando así el reto de alcanzar el presupuesto personal, familiar, de su negocio, de la empresa en que trabaja, imagínese vivir bajo el lema poderoso de cero casacas.
