50 años de la Escuela de Periodismo de la UNAH

Por Armando Cerrato 

Febrero de este año marca un hito histórico en la vida fructífera de la academia encuadrada en la Escuela de Periodismo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), que arribó el 11 del presente mes a sus primeros 50 años de feliz existencia.

La idea de profesionalizar universitariamente el periodismo fue del entonces presidente de la Asociación de Estudiantes de Derecho, hoy abogado y diputado al Congreso Nacional, exrector de la UNAH, expresidente de la Corte Suprema de Justicia y excandidato presidencial por el Partido Nacional, abogado José Oswaldo Ramos Soto.

Para cumplir su anhelo, Ramos Soto contactó al licenciado Óscar Reyes Baca, quien a la sazón era jefe de Redacción de diario La Prensa de Nicaragua, y le convenció para que regresara a Honduras, donde tiene enterrado su ombligo, en San Lorenzo, departamento de Valle, y le ayudase a fundar una escuela de periodismo, idea que se concretó en 1965, pero con solo un alumno y un profesor arrancó un par de años después.

Fue en febrero de 1970 que abrió sus puertas a una matrícula mayor, ahí coincidimos la costarricense Lidiette Brenes Argueda de Charpentier y el mal logrado Raúl Barnica López, Luis Ronaldo García Rodríguez, Lilian López Carballo, Juan Ramón Durán, Reynaldo Amador y Armando Cerrato, esta primera promoción egresó en 1974 pero muchos de nosotros por X o Y razón, especialmente por motivos económicos nos fuimos graduando años después.

Reyes Baca con buen tino trajo de Nicaragua al licenciado Mario Espinoza Ampie (QDDG), y posteriormente importó de Veracruz, México al hondureño, licenciado en periodismo Antonio Pineda Green, y luego de los Estados Unidos al licenciado en periodismo Eugenio Castro Claramont (RIP).

Espinoza Ampie sustituyó interinamente a Reyes Baca, quien se marchó a los Estados Unidos a capacitarse más, y luego asumió la dirección uno de los primeros egresados de la escuela, el licenciado Juan Ramón Durán, le sucedió el licenciado Ramiro Sierra, luego el licenciado Armando Cerrato, Miguel Carías, Lilian López Carballo (por dos períodos), Miguel Martínez, Delia Mejía, Noé Leiva y Javier López.

Todos estos exdirectores recibieron de parte del comité organizador de festejos y conmemoración de los 50 años de la escuela, un homenaje sencillo pero muy emotivo, consistente en la develación de una placa en la que figura una fotografía de cada uno de ellos y la entrega de un diploma de reconocimiento a la labor prestada, y una pequeña historia de este medio siglo de labor ininterrumpida en la formación de profesionales del periodismo que hoy militan en los diferentes medios informativos del país y muchos han sido y son corresponsales de prestigiosas agencias de noticias y otros medios de cobertura mundial.

El acto de reconocimiento sirvió también para la presentación del libro que recoge la historia de la Escuela de Periodismo, escrito por la doctora en comunicación social Silvia Vallejo Cerrato, actualmente coordinadora de la unidad de investigación de la escuela, que de estar bajo la égida de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales pasó a ser un departamento de la Rectoría y ahora se adscribió a la Facultad de Ciencias Sociales y su curriculum cuenta con un pensum renovado y apoyado por algunos elementos y equipos tecnológicos de punta.

50 años de existencia se dice fácilmente, pero el camino ha sido azaroso, tanto que en determinados momentos se contó hasta con la animadversión de distintas autoridades universitarias y pugnas internas en el claustro de maestros, pero al final de cuentas se superaron las adversidades y subsanaron los errores hasta lograr una armonía que llevó a la capacitación mediante un diplomado de educación superior y un postgrado en diseño, gestión y evaluación curricular obtenida por todos los directivos y docentes.

Por mi parte como exegresado de la escuela, me cabe la honra de que como estudiante llevé las primeras máquinas de escribir para el montaje de un laboratorio de redacción, aprovechando una renovación tecnológica que hizo el Banco Central de Honduras, laboratorio que después fue modernizado por unas máquinas manuales pero nuevas, y luego como director, el haber llevado las primeras computadoras para uso del alumnado mediante una donación del expresidente de la República, Rafael Leonardo Callejas, laboratorio que después fue modernizado por la licenciada Lilian López Carballo, por una donación de los Estados Unidos de aparatos más modernos.

También gradué a decenas de egresados y serví como docente por 28 años y al cumplir mi 50 aniversario sigo vigente en el periodismo escrito en el campo de opinión.

Licenciado en Periodismo