En Honduras Cultivar Café es una actividad familiar

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29 de febrero de 2020
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12:20 am
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En Honduras Cultivar Café es una actividad familiar

No es fácil mantener un equilibrio entre criar una familia y el manejo de una finca de café exitosa. Sandra Yessenia Cruz, de 22 años, madre soltera de dos hijos, tiene la experiencia de manejar ambas situaciones.

Desde que Sandra era una niña, el café ha sido una gran parte de su vida. Observó a su padre, Francisco Iván Cruz, cuidar minuciosamente la finca de café familiar, día tras día, año tras año. Incluso mientras luchaban por controlar los brotes de roya, nunca consideraron una vida sin café.

Sin embargo, no fue hasta que Sandra se inscribió en Escobcafé, que realmente entendió todo lo que se necesita para crear la taza de café perfecta.

“Lo que más me sorprende es que pensaba que solo era cosecha, pero no me imaginaba todo lo que hay despúes de esa actividad”, dice ella. “Me encanta ser parte de todo este proceso, desde la finca hasta la taza”.

Al reconocer la catación como una oportunidad para mejorar la economía de las mujeres en Honduras, TechnoServe y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) desarrollaron Escobcafé, una escuela que capacita a los hijos e hijas de los caficultores en catación.

Escobcafé se desarrolló como parte del programa Mejoramiento Agrícola Sostenible (MAS), que tiene como objetivo mejorar los medios de vida de los productores de café y frijol en Honduras.

Mediante un mejor control de calidad, los productores de café pueden vender directamente al exportador, aumentando sus ingresos entre un 30 y un 40%. Además, los exportadores de café a menudo contratan a los estudiantes como catadores de tiempo completo, lo que puede ser un gran impulso para los ingresos de las familias.

Para Sandra, asistir a la escuela le ha abierto la puerta a nuevas oportunidades que no podría haber imaginado antes. Su padre, que ha cultivado café la mayor parte de su vida, recientemente le dió un terreno en la finca familiar. “Siempre he apoyado a mi hija y continuaré haciéndolo”, dice Francisco, con orgullo evidente en su voz.

Su maestro, Helmer Cortés, ha quedado particularmente impresionado por su desarrollo y ética de trabajo. “Sandra es una excelente estudiante y sé que está comprometida para aprender y crecer continuamente”, dice.

Sandra ahora tiene una visión completamente diferente de su futuro. “Mi objetivo es seguir aprendiendo sobre el café y cultivar la tierra que mi padre me dio”. “Me encantaría encontrar un lugar para trabajar donde todos los días puedas probar café y seguir aprendiendo”, concluyó.

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