Política, religión y educación como negocio

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29 de febrero de 2020
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12:03 am
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Política, religión y educación como negocio

Relevo generacional

Por: Miguel Osmundo Mejía Erazo
Profesor y periodista
[email protected]

Durante toda mi vida productiva siempre he sido un asalariado porque no me educaron ni he sentido vocación por las finanzas, sin amor al dinero porque mis padres eran pobres, actualmente vivo de una jubilación de subsistencia, gracias a Dios. Por lo anteriormente expuesto, más de alguna vez consulté con algunos amigos, cómo hacer para agenciarme de un mejor ingreso y me respondieron: “¿Quieres hacer dinero? Hay tres formas: fundar un partido, ser pastor de una iglesia o fundar una escuela privada. Actualmente los dos primeros son los mejores, respondí a mis amigos: gracias pero no soy aficionado político, no estudié Teología para cobrar por predicar y soy maestro por vocación, cuando en una ocasión dirigí un colegio privado en el área rural, me daba lástima cobrar la mensualidad a los alumnos, me quedé con el deseo de fundar un colegio autogestionado, donde los alumnos fueran dueños y no buscar ganancias, la mensualidad fuese de acuerdo a los gastos administrados por maestros y alumnos, una modalidad observada en algún país visitado, pero novedoso en Honduras.

La política que es el quehacer ordenado al bien común, en nuestro país se ha convertido en un buen negocio, fundar un nuevo partido es para traficar con las credenciales, obtener los millones de la deuda política, llegar al Congreso Nacional donde se hacen las grandes negociaciones, los mismos diputados y alcaldes que se reeligen cuantas veces quieren porque consiguen muchas prebendas, los legisladores jugosos sueldos por solo levantar la mano aprobando leyes aún en contra de los intereses de quienes los llevaron a esa posición. Producto de las últimas elecciones el 2018 el Tribunal Electoral pagó 197 millones de lempiras en deuda política, a diez partidos y dos candidaturas independientes, los que sacaron más votos: Partido Nacional, Libertad y Refundación (Libre) y el Liberal recibieron 61, 45, y 36 millones de lempiras respectivamente, los partidos pequeños que nunca crecieron y los emergentes recibieron 9.1 millones de lempiras. No les parece un buen negocio? razón por la cual para las elecciones del 2021 se esperan unos 20 partidos, en su mayoría de maletín pero un buen negocio para los politiqueros de oficio.

La segunda opción sugerida, pastorear una iglesia: en primer lugar ese es un llamado de Dios para servirle no una opción de trabajo u oportunidad para hacer dinero, los amigos ven mucho el ejemplo de los falsos predicadores autollamados apóstoles (bíblicamente ya no existen apóstoles) que practican la teología de la prosperidad, engañando incautos, de esta clase de personajes hay en Honduras y vaya ironía, los pastores más ricos están en países pobres, me refiero a los multimillonarios del mundo, también los hay en Estados Unidos, Guatemala, Costa Rica, Honduras y otros países donde están los que han hecho del evangelio un negocio, y en el nombre de Dios hacen más billetes que los narcotraficantes o aceptan su dinero sucio. Por voluntad de Dios he predicado en varias oportunidades y jamás he cobrado un centavo, solo en Estados Unidos en dos ocasiones me dieron una pequeña ofrenda voluntaria ($100) que recibí con agrado. Jesucristo y sus apóstoles predicaban y sanaban los enfermos sin cobrar un centavo, mucho cuidado que en marzo llega un hondureño multimillonario, hace años un pobrecito del sur ahora con jet privado, mansión y templo millonario en Miami, trayendo algo “sobrenatural” como lo hacen los ocultistas o espiritistas, veremos cuántos cristianos desconocedores de la sana doctrina se dejan engañar.

Finalmente, la educación es una función esencial del Estado según Artículo 151 Constitucional, por lo que la mayoría de responsabilidad recae en la escuela pública, sin embargo un gran porcentaje está en manos de la empresa privada, especialmente la educación bilingüe y las evaluaciones indican que los mejores estudiantes egresan de escuelas y colegios privados, como el Estado no invierte lo suficiente en la educación pública, miles de padres de familia aún de pocos recursos hacen esfuerzos por llevar a sus hijos a una escuela privada especialmente si es bilingüe. Como maestro reconozco la labor de la educación privada que para los dueños es un negocio, caso contrario cierran los centros educativos, pero siempre hemos criticado el pago injusto a los docentes.

Las tres actividades son importantes y necesarias para la sociedad pero hay una diferencia cuando las cosas se hacen por dinero o por vocación y servicio sin pensar en fines lucrativos o prebendas materiales.

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