Ambientalistas de Alemania, nuevos aliados de tortugas marinas en Honduras

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2 de marzo de 2020
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04:20 pm
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Ambientalistas de Alemania, nuevos aliados de tortugas marinas en Honduras

Lo voluntarios alemanes Jonathan Kempa (izquierda), Fritz Kawas y Sascha Braun (derecha) ejecutan varios patrullajes con el biólogo hondureño Mauro Zavala (centro).  Foto: Josué Quintana G.

Por: Josué Quintana Gómez

Las riquezas naturales de Honduras trascienden fronteras, especialmente la flora y fauna marina, que el país ‘recupera paulatinamente’, con el esfuerzo de conservacionistas locales y extranjeros de países amigos como Alemania.

La Fundación para la Protección de Lancetilla, Punta Sal y Texiguat (PROLANSATE) inició en 2019 un proyecto para proteger a la tortuga carey (Eretmochely simbricata), majestuoso reptil que regresó para anidar en la bahía de Tela, después de algunos años de ausencia debido a la cacería por su carne, huevos y caparazón.

“Hemos atendido y protegido zonas de anidamiento en Punta Sal y en Punta Izopo, en donde la participación de las comunidades ha sido importante”, enfatiza el biólogo hondureño Mauro Zavala, quien recientemente fue reconocido entre los 18 héroes mundiales de la conservación por el Fondo de Conservación de Disney.

Este premio reconoce a los ecologistas locales su compromiso por salvar la vida silvestre, proteger los hábitats e inspirar a sus comunidades a participar en los esfuerzos de conservación.

En 2019, Zavala patrulló 7,000 kilómetros para proteger la Bahía de Tela contra la deforestación, la caza furtiva y la pesca ilegal.

La Fuerza Naval de Honduras y PROLANSATE aumentarán este año los patrullajes para combatir pesca y cacería ilegal.

Guardianes de la bahía: 

“Para este año (2020) tenemos a tres voluntarios alemanes, quienes  son los enlaces entre Honduras y la embajada alemana en el país, y están trabajando en varios proyectos específicos, uno de ellos encaminado al estudio de las tortugas marinas“, cuenta Zavala.

El biólogo anunció que PROLANSATE integrará a guardabosques de las mismas comunidades para la protección de los nidos, con el apoyo de estudiantes de la carrera de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y el acompañamiento de los voluntarios alemanes y de la Fuerza Naval de Honduras.

Zavala estimó que el proyecto de conservación y estudio de las tortugas carey, desde que llegan a la playa para anidar y hasta que sus huevos eclosionan, costaría este año unos 300,000 lempiras (11,000 euros), por lo que ya gestionan fondos que los ayuden a concretarlo, en la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ, siglas en alemán).

El científico hondureño también extendió una invitación al sector privado de Tela para que apadrine nidos, es decir, que donen recursos económicos para continuar con el monitoreo de las tortugas y  la vigilancia de los nidos en las comunidades.  El apadrinamiento de un nido cuesta unos 2,500 lempiras (90 euros).

“A los empresarios que nos apoyen se les podría entregar la ‘Distinción Carey’, que sería un reconocimiento a su contribución ecológica con el proyecto”, comenta Zavala.

La estudiante de la Universidad Europea Viadrina en Berlín, Sascha Braun, fue la encargada de presentar ante la embajada alemana en Honduras los resultados de las primeras investigaciones sobre el regreso de las tortugas carey a la bahía de Tela.

“Queremos construir varios sitios de anidamiento para las crías, donde normalmente vienen las tortugas madres y protegerlas durante todo el proceso reproductivo. Se pretende evitar que los huevos sean comidos por otros animales, y más importante aún, que sean sacados de la playa por las personas y los vendan”, manifiesta la voluntaria que cursa un pregrado en Ciencias Culturales en la capital alemana.

Entre 90 y 150 crías pueden eclosionar de un solo nido de tortugas carey. Foto: PROLANSATE

Braun explica que bajo la iniciativa se impulsará la contabilización, toma de datos y liberación de las tortuguitas recién eclosionadas del huevo y esperan que a futuro las hembras regresen al mismo lugar donde nacieron.

“Estas tortugas son mi animal favorito, son súper interesantes; vamos a iniciar de cero prácticamente y necesitamos equipo para proteger los nidos y hacer los patrullajes. Además, trabajaré en la parte educativa con las comunidades, para que también las protejan a futuro”, expresa.

Los ambientalistas hondureños y alemanes lamentaron que la venta de huevos de tortugas continúe en este municipio del Caribe hondureño, pese a que la corporación municipal emitió una ordenanza para prohibir esta actividad.

Jesús Márquez, director de la Unidad Municipal Ambiental (UMA) de Tela, advirtió que en conjunto con el departamento de Justicia Municipal intensificarán los controles para que esta ordenanza se cumpla.

“La mayoría de las personas que venden huevos de tortugas los traen de afuera, vienen hasta de la zona sur (golfo de Fonseca, océano Pacífico). Algunos vienen en excursiones, ya lo detectamos y vamos a implementar más patrullajes”, anunció el funcionario.

Márquez recordó que si sorprenden a un comerciante con huevos de tortuga se los decomisarán y lo multarán con 1,000 lempiras , pero si reincide en esta práctica pedirán apoyo a la Policía de Turismo para capturarlos y presentarlos a la fiscalía.

Fritz Kawas y Mauro Zavala ejecutan patrullajes en pantanos, playas, arrecifes y selvas de Tela, norte de Honduras.

Una herencia que sigue vigente:

El legado de la ambientalista hondureña Blanca Jeannette Kawas Fernández, que fue ultimada hace 25 años en Tela y fue la fundadora de PROLANSATE, sigue vivo y prueba de ello es que su nieto Fritz Kawas (alemán) también es un apasionado por la conservación y los recursos.

Kawas se capacitó como guardaparques y junto a Mauro Zavala patrullan playas, arrecifes, pantanos, lagunas y montañas, para combatir la pesca irregular, la explotación de recursos, la caza y también resguardarán los nidos de las tortugas.

“Soy un ranger, mi abuela fundó PROLANSATE y por eso tengo mucha entereza en todo esto. Trabajaremos en el proyecto de tortugas y en otros patrullajes en apoyo a la Fundación Panthera. Mauro y yo entrenamos a otros estudiantes alemanes para trabajar aquí como guardaparques”, cuenta el joven Kawas.

“Debido a que en Alemania tenemos cinco meses de vacaciones,  es viable que vengan más voluntarios. Hay mucha gente interesada, espero que vengan”, añade muy animado.

Kawas exhortó a las autoridades hondureñas para que asignen más guardaparques en la Bahía de Tela, lugar donde hay varias áreas protegidas: el Parque Nacional Jeannette Kawas, Punta Izopo, el Jardín Botánico Lantecilla, el Refugio de Vida Silvestre Texiguat y Marino Bahía de Tela, compuesto por unas 20 colonias de coral de interés regional.

En equipo todo sería mejor:

La participación ciudadana y la información oportuna que ofrezcan los medios de comunicación son vitales para la protección de la fauna y los ecosistemas, reiteró otro voluntario alemán, Jonathan Kempa.

“Es muy importante trabajar con la misma gente de aquí, eso es posible si lo hacemos juntos. Pretendo ser un enlace con mi país. Ahora mismo trabajo en la comunicación y mercadeo social de PROLANSATE”, comenta.

“La prensa debe informar sobre estos temas a la gente. Es una labor muy vital. Vine porque me interesa mucho la conservación y acá hay mucho trabajo, esto es un sueño”, dice Kempa.

A su vez, el joven voluntario anunció que representantes de ‘alto nivel’ de la Embajada de Alemania en Tegucigalpa visitarán la zona en abril para conocer los alcances de sus proyectos en beneficio de la naturaleza en Honduras.

Las tortugas carey (Eretmochely simbricata) habitan los arrecifes de la región norte e insular de Honduras. Foto: Shawn Jackson

Joyas vivientes en los océanos:

PROLANSATE prevé que decenas de tortugas carey lleguen este verano a las playas de Tela para anidar en las áreas protegidas de la bahía.

Esta especie se encuentra en peligro crítico de extinción porque además de la explotación de los nidos, son cazadas por su carne y caparazón, que es usado para manufacturar artesanías.

Las tortugas carey generalmente alcanzan la madurez sexual entre los 20 y 40 años. Las hembras pueden poner entre 90 a 150 huevos por nido y son “un enlace fundamental con los ecosistemas marinos”, indica el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, siglas en inglés).

Estos pacíficos animales ayudan a mantener la salud de los pastos marinos y los arrecifes coralinos, que benefician a especies con valor comercial, como el camarón, la langosta y el atún.

Son representantes vivos de un grupo de reptiles que han recorrido los mares durante los últimos 100 millones de años y tienen un significado cultural muy importante y un valor turístico considerable, destaca el WWF en su sitio oficial.

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