El problema no es solo la ENEE

OM
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5 de marzo de 2020
/
12:29 am
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El problema no es solo la ENEE

Infraestructura resiliente ante desastres

Por Álvaro Sarmiento

Especialista Internacional
en Comercio y Aduanas

El sector energético en Honduras continúa siendo visto como uno de los principales problemas en el despegue económico del país. En palabras del presidente del COHEP, recogidas en LA TRIBUNA, “lo que ha traído la crisis actual de la ENEE, según dijo, son los centenares de contratos leoninos que ha firmado con los generadores” y continúa “los precios altos se solucionan cuando usted pone a competir a las empresas, mientras hayan competencias sanas, pueden contar que va a tener mejor precio”.

De igual manera, la interventora de la ENEE, doña Miriam Guzmán, afirmó en este matutino, “El mercado regional sería la fuente apropiada para comprar la electricidad que se requiere, para evitar apagones en horas pico, durante el intenso verano que se aproxima”. La funcionaria aclaró que no existe necesidad de contratar energía de larga data o de larga duración. “Hemos visto el mercado regional como una fuente muy apropiada para contratar la demanda que pudiera registrarse en esos horarios pico”, expuso.

La gran tentación es confundir dos problemas, que si bien es cierto están relacionados, pueden dividirse y atacarse de manera diferente. La deuda y forma de negociar contratos de una institución llamada ENEE, y por otro lado, la arquitectura institucional que ha provocado el caos en el sistema eléctrico nacional (producción, distribución y comercialización).

Si por arte de magia, el día de mañana toda la deuda de la ENEE desaparece, digamos cobrando hasta el último centavo que se le adeuda y renegociando contratos “leoninos”, todos estarán contentos, pensando que se ha resuelto el problema. Seguramente que, en un par de años, seguiremos con cortes eléctricos, energía cara y las mismas “patologías” actuales. Si el propio sistema tiene incentivo para negociar “contratos leoninos” y no se modifica sustancialmente, estaremos igual o peor que antes. No son las personas, es el sistema de incentivos.

Tampoco se trata de reinventar la rueda. La experiencia del vecino -Guatemala- resultó sencillamente exitosa. Los cortes de fluido eléctrico son cosas simplemente de un pasado, que casi nadie recuerda. La oferta eléctrica del sector al resto de Centroamérica simplemente lo convierte en el gran exportador regional y competitivo de energía eléctrica. Producida por plantas privadas en su inmensa mayoría. El secreto es el marco normativo integral del sector que permitió reglas claras y estables para que los inversionistas (locales y extranjeros) decidieran arriesgar su capital en pequeñas hidroeléctricas o en parques eólicos. Nadie en su sano juicio invierte sin tener al menos el cálculo qué puede ganar.

Si bien es cierto Honduras cuenta con una legislación relativamente nueva (2014), se deben desarrollar normativas comerciales, operativas y técnicas que permitan el desarrollo del órgano regulador, la Comisión Reguladora de Energía Eléctrica y del Operador del Sistema ODS. Asimismo fortalecer a los entes reguladores para el desarrollo de normativas y reglamentos, plataformas informáticas y de seguridad para la correcta operación del sistema, tal como ha aconsejado Carmen Urizar, experta internacional en la temática, que fungió como presidente de la Comisión Nacional de Energía Eléctrica de Guatemala.

La meta sería más bien, convertirnos en exportadores de energía eléctrica para toda Mesoamérica.

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