Así avanzan las primarias en EUA: Lo que dejó el supermartes
Antonio Flores Arriaza
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El supermartes, llamado así en el proceso electoral primario de EUA debido a que, en ese día, se ejecuta el ejercicio electoral de catorce estados de esa nación y se disputaron 1,344 delegados (a diferencia de los días anteriores en los que solamente se jugaba en un único Estado). Realmente, lo importante en cada elección estatal es que, cada Estado permite ganar delegados o representantes hacia la asamblea en la que, por los votos de los delegados, se elige al representante partidario. En EUA, no cuentan los votos directos de los ciudadanos, un candidato podría obtener más votos ciudadanos a nivel nacional y no resultar ganador ya que, ello depende de cuántos delegados obtuvo en cada Estado. Es de hacer notar que EUA es un Estado federal formado por estados “independientes”.
Las declaraciones de Sanders, que desde antes se había autodefinido como “socialista democrático” fueron aumentadas por él mismo cuando volvió a defender a regímenes de izquierda, entre ellos, el de Fidel Castro en Cuba. Esto levantó una polvareda en el interior del partido demócrata dentro del cual, ahora, Sanders está compitiendo. En otras ocasiones, Sanders (que tiene 40 años de estar involucrado fuertemente en la política de EUA) ha participado como candidato independiente. Así, para algunos, viene a ser como un advenedizo u oportunista dentro del Partido Demócrata. Se le acusa de haber intentado lanzarse para, en su momento, oponerse a Obama (el actual semidios de los demócratas). Entonces, el liderazgo demócrata percibe que Sanders es una amenaza para lograr tener éxito en la contienda general contra Trump. Consideran que la gente no votaría para presidente por un auto declarado “socialista”, y que había que hacer “algo” para evitar que Sanders llegue a ser el candidato.
El liderazgo demócrata empezó a mover sus piezas fuertemente, logró que Buttigieg y Klobuchar se retiraran y que su sumaran a la candidatura de Biden que, siendo el ex vicepresidente de Obama recibe la bendición de este y del liderazgo demócrata (el triunfo de Biden en Arkansas demostró que también lo apoyan los Clinton). Este cambio en las piezas del tablero fue muy importante para inducir un importante cambio en el posicionamiento electoral del momento.
Y llegó el supermartes y Biden, que hasta antes de este día estaba “contra las cuerdas”, ha tenido un resurgimiento que ya se considera histórico.
En el supermartes las frutas favoritas eran los Estados de California, Texas, Virginia y Massachusetts. El primero tiene 415 delegados, el segundo 228 delegados, el tercero 99 delegados y el cuarto 91. Se suponía que Massachusetts seria ganado por Warren ya que ella es senadora por ese Estado.
Hasta el miércoles, 24 horas después del gran día, los resultados evidencian que Biden se levantó para colocarse como puntero en el proceso sumando 566 delegados. Le sigue Sanders con 501 delegados, Warren con 61 y Bloomberg con 53 delegados (ya retirado). Para lograr la nominación en forma “directa”, un precandidato debe sumar un mínimo de 1,991 votos de delegados. Se observa que resultará difícil, tanto para Biden como para Sanders, alcanzar ese número “mágico” para lograr ser elegidos como el candidato por el Partido Demócrata.
Sanders había declarado, apegado a lo dicho arriba, que el candidato sería quien tuviera más delegados pero, observando lo difícil que esto será, ya ha cambiado su declaración diciendo que el candidato deberá ser quien obtenga más votos populares. Algo que no está en las normas. Obviamente, Sanders está tratando de prevenir lo que sucedería en esa situación: el liderazgo demócrata terminaría por influir para que se elija a Biden que es su preferido. Pero, es que Sanders está seguro de tener mas votos ciudadanos y esto tampoco le está favoreciendo ya que el conteo, hasta 24 horas después del supermartes sin haber concluido el conteo en California, es de 4,888,342 para Biden, 3,984,207 para Sanders (que ha subido grandemente en las últimas 24 horas), 1,782,664 para Warren y 1,710,967 para Bloomberg. Esto vuelve de enorme importancia las votaciones en los otros Estados con alta carga de delegados, entre ellos Florida (las encuestas dicen que Biden ganará con un 70%) y New York (de donde es nativo Sanders y hay mucha población latina). Las tendencias del voto latino han sido a favor de Sanders, mientras que Biden ha obtenido el respaldo del voto negro.
La gran pregunta es ¿votarían por el candidato demócrata los simpatizantes del candidato que no resulte favorecido? Si no votaran, eso permitiría que Trump resultara reelecto sin problemas. Pero, el problema no se quedaría allí. Si no van a votar, los demócratas también perderían el Congreso (la Cámara baja) la que controlan actualmente y que ha sido el único contra peso que ha tenido Trump para imponer su voluntad a raja tabla.
Otra gran noticia consecuencia del supermartes fue el retiro de Mike Bloomberg. Este participó en el ejercicio electoral hasta ese día, no lo hizo en los Estados previos por considerar que la cantidad de delegados en juego no era importante, así que esperaba llevarse el triunfo el supermartes. Para esto, siendo mil millonario, Bloomberg (según algunas fuentes) invirtió hasta mil millones de dólares para asegurar su logro. Hizo una gran inversión en publicidad, contrató mucho personal, creo oficinas en diferentes Estados y contrató personal de informática para hacer llevar mensajes por medio de las diferentes redes sociales. En el supermartes Bloomberg cosechó una gran derrota. Y, se podría considerar, que Warren fue responsable de este fracaso ya que, en el primer debate en el que Bloomberg participó, Warren le descargó “artillería” pesada y lo dejó anonadado creándole una pésima imagen de la cual no pudo recuperarse. A esta avalancha se sumaron otros pre candidatos demócratas que, obviamente, lo miraron como una gran amenaza debido a su enorme capacidad económica y a ser propietario de importantes medios de comunicación.
Las encuestas señalan que, los simpatizantes de Bloomberg optarán por apoyar a Biden en un 48% (siguiendo a su líder ya que el mismo Bloomberg declaró que se suma a la campaña de Biden), que un 25% se irían con Sanders y, como era previsible, solo un 15% irán a apoyar a Warren.
La otra consecuencia del supermartes ha sido la retirada de Elizabeth Warren. Con su lanzamiento el año pasado, las encuestas presentaban a Warren con mucho futuro. Warren, profesora en Harvard y con una corta carrera en el Senado, ha demostrado ser una política brillante. Destaca su excelente desempeño cuando Obama la nombró al frente para buscar solución a la crisis financiera que sufrió EUA desencadenada por la hipotecas “subprime” y ella enfrentó a Wall Street. En esta campaña se caracterizó por presentar planes de solución a los problemas y no solo identificarlos. Aún cuando todos reconocen su alta capacidad, el “machismo imperialista” no la percibió capaz para ser la Comandante en Jefe del ejército más poderoso del mundo y, de confrontar y derrotar a Trump (a pesar del ejemplo que dio con Bloomberg). Es senadora por Massachusetts y perdió su Estado quedando en tercer lugar después de Biden y Sanders. Al retirarse ¿por quién votarían los 169 delegados que, hasta ahora, tiene de su lado? Estos podrían ser suficientes para inclinar la balanza. Ella ha mostrado inclinación hacia Sanders pero tampoco ha asumido oposición contra Biden. Al retirarse Warren ¿qué harán sus seguidores?: las encuestas han cambiado de antes que Warren se retirara y al hacerlo: antes un 43% se irían con Sanders (esto es previsible), ahora 47%. Antes un 36% con Biden, ahora 46%. Hubo un 21% que está incierto, hoy parece se decidieron por Biden. En todo caso, Warren podría ser el fiel de la balanza para la decisión final. Y pudo ser la carta para resolver un “empate técnico” entre Biden y Sanders.
Hay tres datos interesantes. Está sucediendo una mayor participación comparada con 2016, las personas mayores de 45 años están decidiendo y optando por Biden. Y Sanders 2020 está perdiendo ante Sanders 2016.
Las elecciones primarias del partido Demócrata de EUA se están convirtiendo en un novelón y, prometen, volverse más interesantes en los ejercicios electorales en los Estados por venir. Estos resultados pueden ser determinantes del futuro de nuestros pequeños países que vivimos sujetos a la política exterior de la potencia que nos influye fuertemente y que determina hasta quienes nos gobiernan.
