Adiós 2020
Por Armando Cerrato
La visión predictiva y premonitoria del comunicólogo estadounidense Harold Lasswell de que el mundo se convertiría en una aldea global en virtud del desarrollo tecnológico de las comunicaciones se ha cumplido plenamente en menos de un siglo de haber sido formulada.
Hoy en día es posible conocer lo que sucede a miles de kilómetros de distancia a través de la radio, la televisión y la información virtual a través de la red más grande de comunicación electrónica existente: Internet, creada por los militares estadounidenses durante los años de la guerra fría, y hoy se ha convertido en el medio más popular de difusión e intercambio de información, privada, publica, comercial, bancaria, y de entretenimiento de todo tipo.
Pero además por el gran avance de las vías de comunicación y transporte masivo de personas que a diario recorren en pocas horas enormes distancias que separan un continente de otro transportando transculturización dando origen a un sincretismo cultural, muchos productos comerciales en un intercambio intermitente que hace que el comercio, inventado por los fenicios, sea hoy en día tan común como el alimentarse tres veces al día para sobrevivir.
Con el despliegue masivo de personas en aviones supersónicos, trenes bala que van sobre un solo riel magnético suspendidos en el aire a velocidades inimaginables, incluso hay un desplazamiento debajo del mar desde Inglaterra hasta Francia y los grandes cruceros que transportan hasta 6 mil pasajeros y 3 mil tripulantes son verdaderos hoteles flotantes, aparte de las grandes carreteras y el desarrollo de los automotores que hoy en día no son un lujo sino una herramienta de trabajo pero además la industria telefónica celular se ha popularizado de tal manera de siete miembros promedio pueden llegar a poseer hasta 14 de estos aparatos que se han dinamizado de tal manera que hoy sirven de linterna, radio, televisión, cámara fotográfica, apertura de portones eléctricos y otros usos electrónicos.
Se ha desarrollado además el mundo cibernético y lo que parecía imposible de que una persona comunicándose con otra a grandes distancias hasta de miles de kilómetros pudiesen observarse para determinar su comportamiento corporal es posible ahora si se tiene el mismo programa y una pantalla dotada de cámara.
También ha avanzado mucho el transporte de enfermedades letales especialmente de origen viral como el Ébola, la denominada gripe española H1N1, la tuberculosis, la fiebre amarilla, la malaria, el dengue, el VIH y hoy en día una sepa de gripe mortal que apareció en dos ciudades chinas habitadas por varios millones de personas que hoy se encuentran aisladas y que sin embargo no se ha podido evitar una pandemia mundial del coronavirus COVID-19.
Todos los gobiernos del mundo se mantienen alerta ante el rápido despliegue de la enfermedad que a pesar de que ha matado a miles de personas en China, Irán, Inglaterra, Italia, España, Estados Unidos, también ya se encuentra en Argentina, Chile y Ecuador y no se descarta que invada el resto de países latinoamericanos incluido Centroamérica donde los sistemas de saludo son endebles y mal preparados para hacerle frente a este tipo de contaminación.
En Honduras las autoridades han destinado algunos millones de lempiras para la compra de respiradores artificiales, mascarillas y medicamentos para atenuar los efectos virales, pero además se estudian sitios de aislamiento para las personas que resulten positivas de padecer la enfermedad transmitida por fluidos corporales especialmente la saliva y se han dado recomendaciones para evitar el contacto corporal, no saludar de beso ni abrazos y mantener una higiene manual utilizando agua y jabón o gel antibacterial con mucho alcohol… Esperemos que el cerco epidemiológico activado dé resultados positivos y si no que Dios nos agarre confesados.
Licenciado en Periodismo
