La Iglesia Católica determinó suspender el saludo de paz, como medida de prevención del COVID-19, luego que la Secretaría de Salud confirmara oficialmente que dos personas en Honduras son portadoras del nuevo coronavirus y al menos siete se encuentran en observación.
La determinación la dio a conocer el cardenal, Óscar Andres Rodríguez, por medio de una carta dirigida a la feligresía y a los responsables en las parroquias, movimientos apostólicos y reuniones religiosas, además de las futuras procesiones a celebrarse en Semana Santa y otras santas misas programadas.
“Suprimir el saludo de paz dentro de la celebración de la santa misa (pasaremos directamente del deseo de la paz del sacerdote a la fracción del pan y cordero de Dios)”, se lee en el primer numeral de la carta del arzobispo metropolitano de Tegucigalpa.
Rodríguez recomienda también “establecer una campaña de oración, enfermos, personal sanitario y ofrecer Eucaristía en tiempo de epidemia, que la encontramos en las misas propias del Misal Romano”.
Asimismo, recomienda que “los ministros de la comunicación, ordinarios y extraordinarios, deberán desinfectarse las manos con gel apropiados antes de administrar la comunión a los fieles, quienes recibirán la comunión en las manos y consumirlas frente al ministro”.
El cardenal reiteró el mensaje a la población hondureña, de ser responsables en la toma de las precauciones “sin llegar al pánico o a la precaución excesiva, escuchando las indicaciones que las autoridades sanitarias de los diferentes niveles del gobierno nos hacen”, concluye. (SA)
