Por: Nery Alexis Gaitán
Ante todo hay que pensar y actuar por el bien del país. Honduras merece que sus mejores hijos se esfuercen en pos de su desarrollo. La familia hondureña debe unirse y dejar atrás odios y resentimientos de todo tipo; en especial los políticos, que tanto daño le han hecho al país, orquestados por los planes infames de la izquierda populista, con Manuel Zelaya a la cabeza.
Y es que, por sobre todas las cosas, los intereses de la nación son y deben ser primero. Pero la norma ha sido el desinterés de los políticos para desarrollar el país; y así no se alivia la dura carga social que sufren los pobres. Pero todo puede cambiar.
Una de las regiones que ha estado descuidada, en abandono casi desde siempre, ha sido la zona sur. Pero desde la llegada del doctor Mauricio Oliva Herrera, a la presidencia del Congreso Nacional, se han efectuado toda una serie de obras de impacto social.
Hay que recordar el valor que tiene la zona sur para todos los hondureños. En especial el Golfo de Fonseca, que de momento solo beneficia a los países vecinos. Honduras ha desaprovechado el uso que legalmente le corresponde. Se debe pensar en nuestra soberanía y el paquete de proyectos, que desde la zona sur, se pueden realizar para el bien del país.
Es así, que el doctor Oliva, siendo oriundo de este departamento, está genuinamente interesado en su desarrollo. Y, conociendo su trayectoria, es obvio que contribuirá significativamente para que se desarrollen proyectos de todo tipo.
Es justo reconocer la trayectoria de este líder nacionalista que ha tenido una brillante participación al frente del CN. Ha sido el único que ha estado dirigiendo este poder por dos períodos presidenciales. En donde ha tenido que lidiar con la bancada izquierdista, cuyo único propósito es causar daño. El doctor Oliva ha sido capaz de negociar y conciliar con los diputados disidentes, por el bien de todos.
Ahora, que da el salto a precandidato presidencial, debe estructurar un discurso que impacte en primer lugar al pueblo nacionalista. Siguiendo la trayectoria que ya le conocemos, debe presentar un plan de trabajo creíble, versátil y efectivo, que vaya encaminado a enfrentar los problemas más difíciles por los cuales está pasando el pueblo.
Asimismo, debe plantear soluciones a corto y mediano plazo que tengan que ver con la generación de empleos, mejorar los sistemas de salud y educación y erradicar la delincuencia común y el crimen organizado. De esta forma se estará perfilando como un auténtico líder que realmente desea mejorar las condiciones de vida de los hondureños más necesitados.
Haciendo una evaluación de los precandidatos nacionalistas, a quien deberá enfrentar es a Tito Asfura, alcalde de la capital. Es obvio que no se puede negar la popularidad del edil, sobre todo que tiene muchos seguidores a los cuales les genera empleo. Pero su gestión ha sido fuertemente cuestionada en los últimos tiempos, por diversas razones que sobra mencionar.
Otro aspecto es que “Papi a la orden” es incapaz de estructurar un discurso coherente, en donde nos convenza que tiene la capacidad para estar al frente del país. Es muy activo en ciertas áreas, pero gobernar una nación requiere habilidades y destrezas que hasta el momento el edil ha sido incapaz de demostrar; sobre todo, porque la alcaldía no deja de ser un mercado persa, donde cada quien agarra por su lado.
Caso contrario es el del doctor Oliva Herrera, quien siendo un profesional universitario, médico de profesión, ha demostrado que es capaz de estar al frente del Congreso con marcada eficiencia. Así que el pueblo todavía espera muchas cosas positivas de su gestión.
Los nacionalistas deben valorar la trayectoria de este líder y apoyarlo. Es la mejor opción para que continúen en el poder.
