Independencia y recuperación patria
Por: Abog. Octavio Pineda Espinoza(*)
El Colegio de Abogados va nuevamente a elecciones; la institución decana de todos los colegios profesionales y por ende, la que tiene la mayor responsabilidad de mostrar a propios y extraños, el camino a seguir a nivel nacional, decide sobre las personas que deben dirigirlo, pero más allá de eso, hace una consulta al agremiado sobre lo que ha esperado y ha recibido de los gobernantes que, por 14 años han ganado las elecciones, me refiero al Frente Patria y Justicia, con fraude o sin él y después de la pérdida irremediable de más de 400 millones de lempiras de las arcas del CAH y su Instituto de Previsión, después de ser testigos de la pérdida de prestancia del CAH desde hace muchos años, de verlo convertirse en una comparsa del gobierno, de ver a varios de sus expresidentes procesados por malversación de fondos y otros delitos, después de comprar votos y voluntades desde la UNAH, con becas entregadas sin meritocracia, de documentar como abogados a estudiantes, todavía no graduados, vigilantes, empleados personales, de documentar alumnos, según las fuentes que hemos escuchado, nos adentramos a una elección histórica de nuestro gremio.
Todo indica que, después de 14 años de desaciertos generalizados o de aciertos medios, de una corrupción rampante, solo similar a la del gobierno, de malas administraciones que destruyeron la poca credibilidad que le quedaba al CAH y de romper todos los parámetros que históricamente hicieron grande al gremio de los abogados, vamos, de nuevo, a una debacle y a un vacío de poder, se abre una puerta para que, la oposición, otrora conglomerada bajo la bandera del Frente Independiente, situación que jamás debió pasar, logre bajo el esquema de una alianza de tres frentes, recuperar el gremio y devolvérselo a sus reales dueños, los abogados y abogadas de Honduras.
Más tarde que temprano, siendo pragmáticos, patriotas, buenos hondureños, respetuosos de la democracia, del Estado de Derecho y sobre todo, profesionales que sabemos de la realidad de nuestro gremio profesional, hemos llegado a una encrucijada, o seguimos, después de 14 años de fallas, de errores, de carencias, de corrupción galopante o de contubernio o complicidad manifiesta con el gobierno y el gobernante, que penosamente es abogado y ha negado todo lo aprendido en las aulas universitarias, como pasó y pasa, con la actual administración y junta directiva de la organización, al momento o punto de no retorno; seguir haciendo y eligiendo a los mismos, representa una cruz demasiado pesada de cargar, un pecado demasiado profundo que purgar, una equivocación demasiado profunda para soslayar y un peligro demasiado desastroso para olvidar, o decidimos cambiar.
Sí, es el momento de un cambio, a pesar de las torpezas de Cerrato, sus adláteres, que de paso, son los peores consejeros que conozco, a quienes solo les importa ser nominados para ser magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), aunque no se han elegido magistrados propuestos por el CAH en ese proceso, desde hace muchos años, precisamente por su debilidad institucional, cuando los cachos y los representantes del lado oscuro decidieron, con la complicidad de los supuestos revolucionarios, quitarle al Colegio la prestancia y la importancia que tenía porque era peligroso para el poder de JOH y de Mel y del lado oscuro del Partido Liberal.
Sí, es el momento de sacar a esos corruptos de mente, de alma, de espíritu, de acción y de omisión, es el momento que el CAH vea otros horizontes! Lo podrá hacer Cerrato lleno de soberbia y del triunfalismo falso que le meten empleados comprometidos con la Corte hace varios años, y otros que según me cuentan, están vinculados al lado oscuro del Partido Liberal?, no lo creo; yo creo en un cambio real que provenga de un mea culpa, de un entender el pasado y el presente para poder ver al futuro del Colegio de Abogados con hidalguía; mi padre decía: “No se comen frijoles nuevos con tortillas viejas”, he ahí el asunto, la verdad nos la dirán los resultados, lo que yo, humildemente puedo señalar es que, la alianza a la cual apoyaré electoralmente simple y sencillamente porque había que escoger entre los malos y los menos malos o dañinos a uno que al menos tenga la sombra de un cambio, tiene una gran responsabilidad si ganan, ojo, repito, si ganan!, me dicen que el otro candidato es el rey de los resultados!, veremos qué pasa el día de las elecciones, personalmente y ahí, me pueden culpar de prejuiciado o sectario, hubiera sido un abogado o abogada liberal, no por el partido, solo por su capacidad, su prestancia, su respeto, y porque además compartimos un partido. El tiempo dirá si tengo razón o no!, sin embargo ante la magnitud de tal decisión, mi voto es para el abogado Fredys Cerrato, que tiene en su ADN la doctrina del liberalismo social.
(*) Catedrático universitario. Srio. Gral. del Partido Liberal de Honduras.
