LAS VIEJAS CALLES DE LA CIUDAD

MA
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17 de marzo de 2020
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10:46 am
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LAS VIEJAS CALLES DE LA CIUDAD

1 Mulas cargadas pasando por la esquina de Chinda Díaz.

Durmiéndose en el tiempo, la Tegucigalpa del ayer esos inolvidables con el sello colonial de sus viejos edificios, casas de adobe de alerones con techos de tejas, otras de ladrillo y de piedra con sus decoradas cornisas , estrechas calles empedradas, callejones que parecían escaleras pronunciadas de piedra que permitían llegar a las partes altas de la ciudad, callejuelas de tierra por donde desfilaban mulas, caballos y asnos que eran cargados con leña, carbón, maíz y otros cultivos (FOTO 1) y desde 1920 muy esporádicamente rodaban los modelos de automóviles que hacían sonar sus claxon para anunciar su desplazamiento y hacer los giros en los incómodos recovecos de sus esquinas (FOTO 2)

La vieja nomenclatura se perdió, ya nadie conoce las calles y callejones por sus nombres de antaño, ahora las direcciones se dan por cercanías a establecimientos comerciales o a jardines públicos.

2 Un Packard de los años cuarenta en la empedrada Avenida Jerez en las proximidades del Mercado Los Dolores

Así recordamos la “Cuesta del Río” (FOTO 3) estrecha calle que comunicaba al Mallol con la Plaza de La Merced.- Hacia la derecha, donde hoy está el Banco Central, la esquina del edificio que ocupaba como oficinas la TACA, contiguo una vieja casa con acera alta y baranda donde vivió y tenía su biblioteca Don León Vásquez en la que estudió en su juventud Don Francisco Morazán.- A la Izquierda el inmueble que fue sede hasta 1919 del Poder Ejecutivo y al centro el Salón de Sesiones del Congreso Nacional en la segunda planta de lo que fue la Escuela de Cabos y Sargentos, sitio en el cual hoy funciona el Palacio Legislativo.

Tan vieja como Tegucigalpa es la “Calle de los Horcones” (FOTO 4) que data de 1os primeros años del siglo XVI abierta por los primeros pobladores que se instalaron desde el Convento de San Diego (San Francisco) hasta la orilla del Río Chiquito en La Plazuela, sugestivo nombre porque la mayoría de las casas sostenían los aleros de las edificaciones de adobe y bahareque con columnas rústicas de madera en forma de horquetas, hoy en ese lugar no hay vestigios de aquella típica calle tegucigalpense.

3 La Cuesta del Río hoy la Calle del Congreso.

De aquellas callejuelas del ayer, empedradas y con pronunciadas cuestas recordamos en el Barrio La Ronda (FOTO 5) la que partía hacia La Cabaña desde El Carrusel, después del Parque Finlay para unir con una estrecha calle que en el segundo callejón descendiente de Tierra Colorada bordea Las Gradas hasta conectar con la cuesta hacia La Leona.

Conocida como la “Calle del Comercio” y que en la nomenclatura de los años cuarenta se le dio el nombre de “Calle Simón Bolívar”, tramo desde la Plaza La Merced hasta el Parque Central (FOTO 6) tenía a ambos lados una serie de negocios que iban desde bazares, farmacias, centros de recreo, bares y cafeterías, la primera ferretería de Tegucigalpa, calle que por muchos años constituyó el nervio comercial de la capital hondureña.

4 Calle Los Horcones en La Plazuela antiguo barrio tegucigalpense.

Una estrecha calle del centro que de sur a norte conectaba la Plaza Morazán desde las esquinas del edificio del Tribunal Superior de Cuentas, en frente La Moda de París hasta el Cine Palace (FOTO 7) desapareció con la llamada plaza cívica y sólo dejó un corto tramo desde la casa de los Lardizábal hasta la Avenida Máximo Jeréz.

Cómo lucía la calle céntrica desde La Hoya hacia la Plaza La Merced (FOTO 8) desde la esquina de los Agurcia hasta La Hoya despejadas, seguras y con ese sello de poblado apacible sin los sobresaltos de motoristas abusivos en congestionamientos que crispan los nervios.

Otro de los encantos de la vieja Tegucigalpa eran los callejones como el de Belluci, el de la Alambra en La Leona, el del Olvido, el de Tierra Colorada, La Cabaña y los que desembocaban con gradas o senderos empedrados desde las partes altas al Barrio La Ronda, el Callejón Casco (FOTO 9) , la Calle de Las Damas, en el propio centro de la capital, el callejón Castillo Barahona y uno que paralelo a la Calle del Guanacaste se habilitó para comunicar a ese barrio con Casamata desde la casa de la familia Zepeda pasando por el edificio que ocupaba la escuela José Trinidad Cabañas y la que se conocía como la “Calle de Atrás”.- Para comunicar la parte baja de Buenos Aires con el Barrio Las Delicias, un corto y empinado tramo conocido como la cuesta de “La Balbina”.

Aquellas calles tegucigalpenses, empedradas, de tierra o adoquinadas, permanecían en buen estado, tiempos aquellos cuando vecinos y autoridades se preocupaban por la limpieza de las mismas hoy sólo nos toca verlas descuidadas y abrir la boca en la periferia ante los pasos a desnivel.

Hasta la próxima semana.

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