Protestas en Chile se toman un paréntesis por pánico al coronavirus

OM
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20 de marzo de 2020
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05:53 pm
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Protestas en Chile se toman un paréntesis por pánico al coronavirus

SANTIAGO – Plaza Italia, la zona cero de las protestas en Chile, lucía este viernes vallada y casi vacía, un imagen inédita en los últimos cinco meses. Apenas unos puñados de jóvenes deambulaban por los alrededores de una rotonda que desde octubre ha concentrado cada semana a miles de personas.

Lo que no consiguieron las Navidades ni el verano austral ni la dureza de las fuerzas de seguridad lo ha logrado la pandemia del nuevo coronavirus, que en el país ya afecta a 434 personas, la mayoría de ellas en la capital.

“Hay que seguir luchando, a (el presidente Sebastián) Piñera le cayó como anillo al dedo el coronavirus y nos están metiendo miedo para que la gente no se manifieste”, dijo a Efe María Elisa, una de los pocos jóvenes que acudieron como cada viernes a la plaza y que finalmente fueron dispersados con bombas lacrimógenas y carros lanza-aguas.

Chile se encuentra desde este jueves bajo el estado de excepción por catástrofe, con las clases suspendidas desde el lunes y fronteras, centros comerciales, cines, restaurantes y comercios que no sean de primera necesidad cerrados.

El país registró el primer caso de COVID-19 el pasado 3 de marzo y aún no se ha producido ninguna muerte, aunque hay un paciente en estado crítico.

“LAS PROTESTAS VOLVERÁN”

La investigadora del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) Sofía Donoso aseguró a Efe que cada vez hay más conciencia de la importancia de quedarse en casa y que la ciudadanía condenaría que la gente saliera a protestar, “lo que no significa que las demandas sociales se hayan olvidado, todo lo contrario”.

“Creo que esta crisis sanitaria va a evidenciar muchas de las cosas por las que se ha peleado estos meses, sobre todo lo relacionado con el acceso desigual a la sanidad. Cuando pase todo, la gente volverá a la calle y con más razón”, añadió la socióloga.

Chile vive desde el pasado octubre su convulsión social más grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), con una treintena de heridos y miles de heridos, además de graves acusaciones contra las fuerzas de seguridad por violaciones a los derechos humanos durante las marchas.

Lo que comenzó como una protesta contra la subida del billete de metro terminó convirtiéndose en un clamor popular a favor de mejores servicios básicos y en contra del desigual modelo económico, que también ha dejado episodios de violencia extrema con saqueos, incendios y destrucción de mobiliario público.

Para Octavio Avendaño, de la Universidad de Chile, el hecho de que previsiblemente se vaya a aplazar a octubre el plebiscito del 26 de abril sobre la conveniencia de redactar una nueva Constitución también ha ayudado a disminuir la tensión social, aunque no a eliminarla.

“En las próximas semanas van a surgir nuevas situaciones de conflicto asociadas a cómo se está enfrentando esta pandemia. En este país hay una gran precariedad sanitaria y el virus se va a cebar con los más débiles económicamente y con los que no pueden trabajar desde casa”, agregó.

La mayoría de las fuerzas políticas del país pactaron el jueves postergar para el 25 de octubre el histórico plebiscito -sobre el que el Gobierno tiene puestas todas sus esperanzas para solucionar el estallido social-, ya que el pico de contagios por coronavirus se espera para finales de abril.

Aunque se da prácticamente por asegurado, el acuerdo aún tiene que pasar por varios trámites parlamentarios para oficializarse.

UNA CUARENTENA QUE NO LLEGA

“Esto es una emergencia sanitaria y muchos dirigentes sociales han llamado a la autocuarentena y a continuar las protestas por internet. En este momento nadie está en condiciones de exponerse al virus”, afirmó por su parte a Efe la socióloga de la Universidad de Chile Emmanuelle Barozet.

Aunque hay muy poca actividad en las calles, el Gobierno aún no ha decretado el confinamiento preventivo, como sí han hecho otros países vecinos como Argentina y Perú, pero cada vez son más voces la que lo piden, sobre todo en la capital.

“Resulta imprescindible el cierre total de la región metropolitana el día de hoy. Le pido a todas las personas que quieren colaborar en esta crisis que se queden en sus casas”, instó en rueda de prensa la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches.

Este viernes, además, medio centenar de alcaldes le solicitaron al Gobierno que declare la cuarentena obligatoria en todo país y en Twitter, bajo la etiqueta #CuarentenaTotalChile, se ha convocado a la población a que salga a los balcones a “cacerolar” para exigir más medidas contra el COVID-19. (EFE)

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