Entorno social hondureño y la pandemia

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23 de marzo de 2020
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12:34 am
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Entorno social hondureño y la pandemia

Por Marcio Enrique Sierra Mejía

El entorno social es el contexto o ambiente en el que nos desenvolvemos, es decir, las condiciones de vida y de trabajo, de desempleo, de estudio, de niveles de ingreso y de relaciones comunitarias en las que nos vemos involucrados, sean estas favorables o desfavorables. Tanto como ciudadanos o como simples sujetos humanos activos, enfrentamos factores de riesgo, que hacen de nuestro medio social, un entorno difícil de sobrellevar. Además, en el ámbito político, priva la estigmatización que es una táctica política para hacer oposición con el propósito de desestabilizar al gobierno y crear anticuerpos, cuyos efectos evidentes son: la desconfianza ciudadana y la desacreditación; por lo cual, cualquier iniciativa gubernamental para la obtención de apoyos financieros millonarios con el fin de prevenir o combatir la pandemia son cuestionados y desvalorizados. Al punto que notables profesionales del periodismo, escriben artículos basados en percepciones subjetivas, sin dar evidencias objetivas para fundamentar lo que argumentan. La crítica que se promueve es destructiva y crea un desconcierto real ante los esfuerzos que se emprenden para atacar los factores de riesgo que influyen, de una u otra manera, en los procesos de aprendizaje necesarios para enfrentar la pandemia del coronavirus que nos amenaza y nos hace temblar, sea cual sea la posición social en la que nos encontremos.

El desafío que tenemos todos para vencer la expansión del coronavirus es enorme porque implica una voluntad colectiva para educarnos y realizar actividades de tipo cognitivas. Este aspecto del aprendizaje, es sin duda alguna, la determinante de mayor peso relativo para vencer la pandemia. Y los hondureños y las hondureñas, debemos ser muy sensatos para acatar las disposiciones del gobierno. Es vital, que a pesar de nuestro entorno negativo en el que vivimos, actuemos de manera positiva debido al importante rol que desempeña el aprender reglas antivirus coronario.

La pandemia del coronavirus nos agarró relativamente desprevenidos porque hemos estado defendiéndonos de otras parecidas, pero lamentablemente, sin alcanzar la adecuada infraestructura sanitaria y la educación ciudadana necesaria para contrarrestarlas. Sin embargo, se han tomado las medidas pertinentes para detenerla y evitar contagios alarmantes masivos.

Y esto hay que reconocerlo y darle gracias a Dios porque el gobierno, a pesar del entorno adverso en el que se encuentra, está en pie de lucha con voluntad solidaria y demostrando la diligencia para enfrentarla. Obviamente, se producen altos y bajos en la aplicación de los planes estratégicos tácticos que se han emprendido pero que, la misma aplicación de ellos, les va indicando cuáles correctivos y refuerzos deben darse y ajustarse.

Es importante que tanto el gobierno y la oposición o sociedad civil adversa, adopten actitudes sabias y se unan para actuar. Ni a unos ni a otros, les conviene caer en la manipulación politiquera. No se trata de sacar ventajas políticas o adoptar actitudes oportunistas para atraer ciudadanos alrededor de intereses políticos en cartera. La pandemia del coronavirus no debe instrumentalizarse para obtener beneficios políticos ni otro tipo de ventajas económicas. Por el contrario, de un lado el gobierno debe demostrar como nunca antes mucha transparencia, rendición de cuentas, coordinación y diligencia ejemplar, sin caer en el egocentrismo o en la soberbia oficial gubernativa. Y por el otro lado, los opositores deben adoptar una actitud colaborativa, propositiva y demostrar talento, comprensión y solidaridad con los esfuerzos que se emprenden.

No se debe caer en el criticismo infecundo y malévolo, más bien, se deben aportar esfuerzos para bien de todos. Es necesario contribuir a promover una conducta social apropiada. Hoy por hoy, se sabe que mantenernos alejados los unos de los otros es una de las armas más poderosas que tenemos para enfrentar la pandemia del coronavirus. En tal sentido, educar a través de las redes sociales para poner en práctica esta acción, es vital. El distanciamiento social ha demostrado ser efectivo para disminuir la velocidad de propagación del virus. De no hacerlo, nuestro sistema sanitario puede enfrentar un repentino aumento de pacientes de gravedad que necesiten cuidados intensivos, lo cual pondría una carga inmensa sobre el sistema de salud, poniéndole en riesgo de colapsar. Por los demás, hay que seguir con paciencia franciscana las normas sanitarias necesarias para evitar el contagio. Tanto en la calle como en el hogar. Seamos innovadores hasta para hacer compras en los supermercados o mercaditos o pulperías. Las políticas gubernamentales deben contribuir a ordenar hasta las rutinas para tener acceso a los proveedores de alimentos, y estos a la vez, implementar horarios alternativos para hacer compras en horas nocturnas y matutinas que rompan las rutinas acostumbradas.

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