Señor: queremos un milagro, ¡deja los buenos y llévate los malos políticos!

OM
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24 de marzo de 2020
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12:32 am
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Señor: queremos un milagro, ¡deja los buenos y llévate los malos políticos!

Las alianzas: ¿una espada de Damocles?

Por Boris Zelaya Rubí

“Líderes de la oposición, buscan realizar una gran “pesca” electoral aprovechándose de la crisis de salud provocada por el coronavirus (Covid-19), y otros sectores vulnerables, para captar votos con miras a las próximas elecciones generales”. Desconocen lo que significa la sensibilidad humana.

Hacemos la aclaración que el título de este escrito de opinión, no es más que un sarcasmo, pues todos sabemos que encontrar un político bueno para todo, es como buscar una aguja en un pajar o pedirle peras al olmo. Tampoco le deseamos la muerte a ningún ser humano ya sea perfumado, bobo, tontolón o algún aguacatero amarillo. Que conste.

Los aspirantes a cargos de elección popular y los que desean quedar pegados al erario público por “saecula saeculorum”, están saturando los medios, mostrando sus caras compungidas al emitir sus opiniones, haciendo las veces de expertos en el campo de la pandemia del virus Covid-19. Ahora han resultado científicos de la salud, repitiendo como “pericos amaestrados”, las intervenciones que escuchan de los verdaderos científicos de otros países. El asunto es que si siguen como lo hace “Papi a la orden” (dando besos y abrazos) terminarán de pacientes aislados, y hasta ahí no llega su amor patrio.

Ante esta peste (sin pretender ser “científicos del ramo”), el problema es el que no tiene nada para comer o que en su negocito ganaba unos cuantos lempiras para comprar la comida diaria de su familia. ¿Quién llevará a sus casas los alimentos para sobrevivir? Imposible dejarle esa tarea al gobierno, aunque está socorriendo a una gran cantidad de pobres, seguros estamos que los políticos lo harían con dinero ajeno y vestidos de “hombres buzos”. Bueno, lo más acertado es que la población no salga a la calle y se mantenga en sus casas, aunque sea temblando del miedo por las noticias internacionales, donde informan de los muertos y afectados. Se exceptúa a los guardianes del orden, empleados de salud pública, bomberos y barrenderos. A lo que hemos llegado, ahora están más seguros los presos de las tolvas, con comida y dormida gratis y sin nadie que los contagie, como decía el gran cómico “Tres Patines”: ¡cosa más grande en la vida chicos!

Suyapa Figueroa, la de ojos bellos, según el caricaturista Banegas, está aprovechando el estado de emergencia para criticar todas las acciones del gobierno, en especial las del sector salud, es como “echarle sal a la herida”, pobre mujer, su mensaje de odio no le sumará adeptos, al contrario, será aborrecida por hacerse notar a través del dolor ajeno.

Por supuesto, no hay que olvidar aquellos incontrolables chantajistas, los sindicalistas, que no pierden la oportunidad ante cualquier situación que involucre al Estado para forzar a que se les cumplan sus peticiones, no les basta con comer y abastecerse de los víveres que son para los enfermos. ¿Quién inventó los sindicatos en los organismos gubernamentales? Todos los empleados públicos deberían estar protegidos por la Ley de Servicio Civil, y dejar de tener dirigentes sindicales, que se mueven al vaivén de la política, dedicados a intrigar y otras cosas que les generen muchos beneficios extras.

De rodillas solo para orar a Dios.

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