LA COLUMNA VERTEBRAL

OM
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27 de marzo de 2020
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12:57 am
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LA COLUMNA VERTEBRAL

POR lo visto el tata Fondo, sus tías las zanatas y las aves agoreras no dejan de palpar –para cerciorarse que se trata de la cruda realidad– la crisis económica y financiera que ya se nos vino encima. El FMI y el BM pidieron a los acreedores bilaterales de los países más pobres que “congelen el reembolso de deudas” para que puedan liberar dinero con que combatir la pandemia”. (¿Y los multilaterales van a dar moratoria al pago del servicio de la deuda que tienen todo estos países afectados?). Porque no se trata solo de la bilateralidad, sino también de la multilateralidad. Este es el momento cuando deben alimentarse recursos para que el aparato productivo no se vaya a desintegrar. Mientras las empresas, los negocios y las industrias están paralizadas, por el encierro que impone el coronavirus, para evitar el contagio, mientras no reciben ingresos, sin mercados que consuman o paguen los artículos que ofrecen, ¿cómo hacer para que no se reviente la columna vertebral del país? Subsidiándola y habilitando recursos para que puedan financiar y mantener trabajando su fuerza laboral.

Mucho de lo que los gobiernos y las instituciones del sistema financiero nacional puedan habilitar, depende del respaldo que reciban de las multinacionales. Requieren colocar los fondos la iniciativa privada demanda como activar otras providencias que el momento exige. Pero para ello requieren moratoria al pago de deuda –para aliviar al tesoro nacional de la hemorragia– y recursos frescos proporcionados por las instituciones internacionales de crédito. El otro problema es la burocracia internacional. Algunas veces más empantanada que la burocracia local; que ya es decir bastante. No hay sentido de urgencia en esas instituciones de cifras frías y a veces de fríos corazones. Los técnicos, cómodos en sus buenos cargos, no sienten la premura palpitante por atender –como desafío de vida o muerte– lo que no puede esperar hasta mañana. Dicho lo anterior, veamos en qué consiste y a quiénes abarca las medidas de alivio. Se trata de un conjunto de países que actualmente son elegibles para las ayudas de las dos entidades y que tienen ingresos per cápita por debajo de US$ 1.175. De América Latina están República Dominicana, Haití, Honduras y Nicaragua, entre otros más pequeños. Asimismo, “pidieron al G20 que las pongan a cargo de esta tarea de evaluación para hacer la lista de países con una deuda insostenible, y trabajar en una reestructuración”. Ya ven, lo que les decíamos. Allí está el candado. En las evaluaciones, las condicionalidades, los requisitos, y lo que tarda cada una de esas etapas. Para el supuesto beneficiado es como la agonía de cruzar por un campo minado. Y la tardanza en tomar decisiones. (Como si las exigencias que demanda una crisis se pudieran chinear. “Buscaremos la aprobación de la propuesta en el Comité de Desarrollo durante las Reuniones de Primavera (16/17 de abril)”, indicaron en el comunicado).

Sin embargo no hay que ver lo anterior de medio lado. Bien podría ser que otra vez se haga el milagro. Después del zarandeo que el coronavirus y el asilamiento le pegue a estos pintorescos países acabados, no va a haber forma de pagar esa enorme deuda que contrajeron todos los gobiernos –uno detrás del otro en competencia por cual sacaba más –una vez que al país le concedieron la gracia del borrón y cuenta nueva, gracias al demoledor siniestro sufrido por aquel bestial huracán. Finalizamos este artículo con una nota positiva sobre lo divulgado por las aves agoreras: “El Banco Mundial y el FMI creen que es imperativo en este momento proporcionar una sensación global de alivio para los países en desarrollo, así como una señal fuerte para los mercados financieros”. “La comunidad internacional agradecería el apoyo del G20 para este Llamado a la Acción”. Bueno, del lobo un pelo. Después de tanto diagnóstico, de tanto hablar que les preocupa la situación, de pronosticar que a la vuelta de la esquina está la recesión, ya hablan de un llamado a la acción. Acción, es lo que se ocupa. Y que sea rápido.

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