Generalmente todos los clubes de fútbol del mundo le reservan el número 9 a sus goleadores, o en su defecto el 11 o el mismo 10, pero en Honduras por cosas de la vida el 19 se transformó en el número de varios ajusticiadores del gol.
Generalmente todos los clubes de fútbol del mundo le reservan el número 9 a sus goleadores, o en su defecto el 11 o el mismo 10, pero en Honduras por cosas de la vida el 19 se transformó en el número de varios ajusticiadores del gol.