Problemas en la educación privada
Por Miguel Osmundo Mejía Erazo
*Profesor y periodista
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El mundo ha cambiado totalmente con la llegada de este invisible regalo que nos mandaron los chinos, el microscópico coronavirus que ha puesto de rodillas a todo el mundo menos a ellos mismos que obviamente ya estaban preparados, según algunas noticias no comprobadas que nos hace remitirnos a los hechos. Desde la Segunda Guerra Mundial no se habían cancelado varios eventos de importancia mundial, como un evento deportivo de tenis famoso en el mundo que se realiza anualmente en Inglaterra, los campeonatos de las ligas europeas y americanas de fútbol cancelaron sus campeonatos, estas semanas el mundo occidental está completamente paralizado al grado que informó la máxima autoridad de la Iglesia Católica, el Papa Francisco, la cancelación de todo evento público relacionado con la Semana Santa, cuyo impacto se sentirá en países cristianos y no cristianos que aprovechaban para incrementar el turismo y comercializar la ocasión ignorando el verdadero concepto de estas fechas, igual que la Navidad y Año Nuevo.
Por primera vez muchos de los que ya peinamos canas vamos a extrañar, en primer lugar las más largas vacaciones y los actos litúrgicos de los miembros de la Iglesia Católica quienes con toda devoción realizan y que aún recordamos. Muchas personas culpan a Dios por lo que estamos pasando, esta crisis ha sido provocada por el hombre, muchos de los fenómenos como los terremotos, las inundaciones, las guerras, los tsunamis, las plagas y epidemias son el resultado de cómo tratamos la naturaleza, Dios no quiere matar la gente pero permite que sucedan estas cosas para enviarnos un mensaje o cumplir con un propósito, si lo vemos desde el punto de vista teológico-espiritual. La Biblia nos habla de muchas pestes o fenómenos naturales humanamente incontrolables, por nuestra desobediencia o mal comportamiento hacia Dios, igual como hizo con el faraón de Egipto que no quería liberar el pueblo de Israel durante el éxodo conducido por Moisés, luego lo que pasó con Sodoma y Gomorra y en el año 79 de la era cristiana la destrucción de las ciudades de Pompeya y Herculiano, sepultadas por el volcán Vesubio en Nápoles, Italia.
Justamente el mismo día que apareció el primer caso de coronavirus en Honduras, llegó de Miami un autodenominado apóstol de falsa doctrina, condecorado por el Congreso Nacional y el Presidente Hernández con todos sus seguidores, pastores y líderes le rindieron culto en un hotel capitalino, llevándose buena cantidad de dólares, luego fueron canceladas sus presentaciones masivas porque ya había toque de queda, será esta una casualidad? Igualmente quiero llamar la atención, hoy que no tendremos Semana Santa y parece que todos los días son iguales así encerrados, solamente por las noticias sabemos lo que pasa, pero cuando estuvimos en tiempo normal dónde pasábamos?, el pueblo llamado cristiano en las playas, en balnearios, orgías, tiempo de turistear, bailar, mucho jolgorio, consumiendo alcohol y drogas, no solamente aquí, en Roma y Jerusalén son los turistas que andan en las procesiones, los residentes se van a las playas. La Semana Santa es la fecha destinada a la conmemoración, no celebración, de la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo que se inicia con el Domingo de Ramos y termina con el Domingo de Resurrección. Posiblemente por primera vez en nuestra vida conmemoremos estas fechas como debe ser, una semana de reflexión, meditación y adoración a Jesucristo, quien murió por nosotros con muerte de cruz para redención de nuestros pecados.
Se convertirá por primera vez en una conmemoración virtual como expresó un sacerdote católico, los templos estarán vacíos los feligreses católicos verán o escucharán por televisión, radio o redes sociales los diferentes actos litúrgicos programados para esta semana, conforme las instrucciones de la Santa Sede. Por su parte los evangélicos no tendrán servicios religiosos en los templos, pero podrán recibir prédicas virtuales con pastores de sana doctrina. El lado positivo de esta insólita Semana Santa es que la pasaremos en familia, como en tiempos primitivos, ya no se venderán los millones de cervezas y litros de aguardiente como otros años, no habrá borracheras ni orgías en las playas; podría ser esta una de las razones de que Dios haya permitido esta pandemia mundial y por todo lo que está pasando en este mundo lleno de maldad, puede ser una forma de pedirnos que nos volvamos a Él. Finalmente, “si Dios es con nosotros, quién contra nosotros”. Resistiremos esta pandemia, no salga de casa.
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