Con “Trolls World Tour” necesitas tapones para oído

RP
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10 de abril de 2020
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03:37 pm
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Con “Trolls World Tour” necesitas tapones para oído

Siguiéndole los talones a la excelente versión en serie de “High Fidelity”, sobre el propietario de una tienda de discos en Brooklyn, llega “Trolls World Tour”, en la que distintos clanes de trols que representan diversos géneros musicales luchan por el dominio sónico. Ambas son pintorescas a su manera, y suponen que nuestras fronteras musicales no se desintegraron hace años en una sopa digital.

“Trolls World Tour”, la secuela de la cinta original de DreamWorks de 2016, iba a estrenarse en cines antes de la pandemia de coronavirus. El viernes, en vez, Universal Pictures la lanzó directamente a los hogares con un precio de renta digital de 19,99 dólares.

Dirigida por Walt Dohrn y David P. Smith, “Trolls World Tour” es una versión acelerada de un musical de rocola. Incluye tantas canciones que bien podría llamarse “Spotify el musical”, saltos infinitos.

Ambas películas de “Trolls” son difíciles de ver. Están tan vívidamente coloreadas que recomiendo ajustar el brillo del televisor. Pero cuando no son tan ruidosas y te has protegido los ojos lo suficiente, el exceso de azúcar resulta agradable y es ocasionalmente melodioso. Después de todo, ¿qué tan malo puede ser que una película animada introduzca a una nueva generación a “September” de Earth, Wind & Fire?

En “World Tour”, el clan original, incluyendo a Poppy (Anna Kendrick) y Branch (Justin Timberlake), descubre un mundo más grande de trols. Los trols que conocemos creen en el poder del pop, pero resulta que hay otros que se han hecho devotos del tecno, la música clásica, el country, el funk o el rock. Otros que encuentran en el camino apoyan el hip hop, el reggaetón y hasta el yodel. (Desafortunadamente el rock progresivo y el hip hop tipo crunk no tienen cameos).

Son los trols rockeros quienes comienzan los problemas en “World Tour”. Su líder, la reina Barb (Rachel Bloom), quiere dominar a los otros grupos. Armada con acordes de heavy metal y la grandilocuencia de Metallica, Barb crea un complot para dominar a los otros estilos.

La trama le da a “World Tour” una oportunidad para repasar innumerables éxitos musicales y lo hace tan de prisa que la película se siente a menudo menos que una historia y más como una batalla de bandas color caramelo. Cuando baja el ritmo y nos da algo más que un fragmento de canción, “Trolls World Tour” se disfruta más. Hay un buen interludio de hip hop y una linda balada country de Kelly Clarkson.

Ambas películas de “Trolls” exaltan exuberantemente la gloria de la diversidad y quizá algunos chicos tendrán una probada decente de un paisaje musical mucho más amplio que el que ofrecen los discos de Kidz Bop. Pero “World Tour” también puede sonar como un mal popurrí del Grammy que mete todos los géneros en una licuadora hasta que se pierde el gusto.

“Trolls World Tour”, un estreno de DreamWorks Animation, tiene una clasificación PG (que sugiere cierta orientación de los padres) de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (MPAA, según sus siglas en inglés) por algunas escenas de humor pesado. Duración: 110 minutos. Dos estrellas de cuatro. (AP)

 

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