Calle Desengaño 21 (II)

OM
/
11 de abril de 2020
/
12:10 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
Calle Desengaño 21 (II)

En el artículo precedente, señalamos que el espectacular éxito que había tenido la serie de humor española, “Aquí no hay quien viva”, radicaba sin la menor duda, en su variopinto reparto coral, donde los diversos personajes que la integran comparten un protagonismo de primera fila, casi por igual. Se suma a ello, unos guiones ingeniosos, creativos, muy trabajados que conquistan a propios y extraños, al punto de sentirnos identificados con más de alguno de estos talentosos artistas, casi todos con experiencia en los escenarios teatrales y el mundo televisivo. Recordemos pues su elenco:

 

Emilio (Fernando Tejero), caradura, desvergonzado y bastante pelota, es el portero del edificio. Sus frases típicas: “un poquito de por favor”, “cipote” expresión usada para quejarse o mostrarse sorprendido, o “¡que sí, bonita, que sí!”, quedan para el recuerdo. Vive en la misma portería junto a su padre Mariano (Eduardo Gómez). “Intentaba llevar una vida tranquila y relajada pero ni los vecinos, ni su progenitor se lo pusieron fácil. Además sabía actuar de moderador en mitad de las juntas de vecinos: “Atención, apaguen los teléfonos móviles y no fumen, para hablar me levantan la mano, y para insultar también me la levantan”.

 

Además, su tormentosa relación de amor y odio con Belén (Malena Alterio) hizo que ambos tuvieran numerosos quebraderos de cabeza porque tal y como decía siempre: “Belén, eres mala“. Mariano Delgado (Eduardo Gómez), llegó al vecindario como vendedor de enciclopedias. Solía dar lecciones con su mítico, “Tú, ignorante de la vida”. Además, era “metrosexual y pensador”. Así mismo, era frecuente verlo desnudo en el patio tomando el sol frente a la incredulidad de los vecinos. Al final de la serie se enamora de Leonor, la madre de Mauri (Luis Merlo), con la que se va a vivir a Marbella”.

 

                                    Mauri, periodista de profesión y gay sofisticado y excéntrico, con una fácil capacidad para montar el drama. Vive en el 1º B con su pareja Fernando (Adrià Collado), un exitoso abogado que en principio se resiste a salir del closet. Tras la marcha de este a Londres aparece Bea (Eva Isanta), una veterinaria homosexual, con la que tiene a Ezequiel, un niño nacido por medio de inseminación artificial. Cuando Fernando regresa a Madrid, termina por formalizar su relación con Mauri, y Bea tiene que emigrar al 3ºB junto a Belén, su novia “Inga”, Carmen y Ezequiel.

 

Inga/Ana (interpretada por Vanesa Romero, para mí la mujer más guapa y atractiva de la serie), es una aeromoza liberada y homosexual que terminó siendo la pareja de Bea. Mientras tanto Carmen (interpretada por Llum Barrera) era una profesora de universidad que entra en escena cuando Emilio opta por sacarse una carrera. Comienza una relación con él, pero una vez finalizada se muda a Desengaño 21 con el fin de recuperarlo. Luego se enamora de Fernando, y pese a que este es gay, ella intenta seducirlo. Finalmente, y tras una breve historia con Andrés, regresa a casa de sus padres.

Andrés Guerra (Santiago Ramos), su esposa Isabel (Isabel Ordaz) y sus dos hijos, Alex (Juan Díaz) y Pablo (Elio González) y llegaron a Desengaño 21 en el primer capítulo de la segunda temporada, para vivir en el piso que les había vendido doña Concha. Él, un hombre de negocios fracasado y caradura. Siempre metido en líos con Hacienda. Posee una tienda de deportes que promociona continuamente con el lema: “Deportes Guerra: campo, playa y sierra”. Después de terminar su relación con su mujer Isabel, se muda al ático donde vivió hasta que decidió irse para empezar una nueva vida.

 

“Con una personalidad neurótica, Isabel es aficionada a los remedios naturales y al yoga, lo que hace que los vecinos le llamen “La Hierbas”. Isabel, nunca tuvo una frase estrella propiamente dicha. Lo suyo eran más los sonidos y su “uuuuuuuuuh” cada vez que se desesperaba o se sorprendía por algo, alterándoles los chacras”. Además, se la podía ver continuamente fumando pipa como método de relajación porque como ella solía decir continuamente, “me estoy hiperventilando”. Termina haciendo vida sentimental con Juan Cuesta.

 

                                    Lucía (la guapísima María Adanez), más conocida como “La pija”, es la hija de Rafael Álvarez (un mandraquero y famoso constructor, interpretado por Nicolás Dueñas) que llega al edificio junto a su novio Roberto (Daniel Guzmán). “Está muy acostumbrada a la vida cara… Los vecinos, deseosos de tener algo que hacer en su decadente vida, continuamente metían a Lucía en medio de sus tramas, cosa que no era de su agrado, porque como ella decía “¡Lo que quiero es que no me metáis en esto!”. No obstante, era más frecuente escucharle la coletilla del “¡Pero bueno!”. Después de un breve romance con Yago (Roberto San Martín, que hace de un ecologista cubano que termina enrollado con Natalia Cuesta) se marcha a Somalia a trabajar con una ONG.

 

                                    Roberto, “con su “¡Vamos, no me jodas!” era capaz de demostrar cómo se sentía, porque para Roberto, la mayoría de las situaciones se escapaban de las manos. Además, otra de las frases que más repetía era “¡Los cojones!” como forma de mostrar rechazo. Al final de la serie Roberto decide volver a Puerto Banús a seguir con su negocio en el mundo del caricaturismo”. A Rafael, nunca le cayó bien como yerno, y siempre que lo miraba, le espetaba con un “Ya está aquí el pintamonas“.

 

                                    Carlos (Diego Martín) era un treintañero caprichoso, pero bonachón. Vive del dinero de sus padres. Sin embargo, ese hecho de ser tan caprichoso hacía que fuese querido y odiado a partes iguales. Su coche era uno de sus bienes más preciados por lo que su frase más recordada fue “No me pises las alfombrillas“. Sempiterno enamorado de Lucía. Nunca se cansó en intentar reconquistarla, incluso arrastrándose: “Lucía, por favor, dame una oportunidad”, solía repetirle en tono lastimero. “A pesar de intentarlo hasta la saciedad con su gran amor, prueba suerte con Belén (que más tarde le deja por Emilio) y con Alicia, con la que también acaba mal. Finalmente, y tras numerosas decepciones, acaba internándose en un psiquiátrico para superar su depresión”. Continuará…

Más de Cine
Lo Más Visto