LOS CATALANES EN OLANCHO

ZV
/
11 de abril de 2020
/
04:09 pm
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
LOS CATALANES EN OLANCHO

*Darío Euceda Roque

El escenario geográfico y político del siglo XIX o el siglo de la independencia comenzó en Olancho con los datos estadísticos del orondo gobernador colonial en la provincia de Honduras Don Ramón de Anguiano y su histórico censo poblacional dando cuenta que Olancho contaba en 1801 con 130 mil habitantes. El enigmático Olancho para los españoles, es el mismo valle florido y romántico que siempre, tejido de leyendas al calor de las ilusas toneladas de oro en pepitas que arrastraba el río Guayape, cuentos y leyendas que arrancan desde San Jorge de Olancho, con la virgen de la fatídica corona de cuero hasta los caballos con herraduras de oro que caracoleaban al paso que le daban los acomodados españoles y ricos criollos hacendados residentes en la villa de Juticalpa, asiento peninsular de la iglesia poderosa, del Intendente Principesco y demás políticas administrativas coloniales con brazos largos para alcanzar el oro de aluvión y el maravilloso contrabando vía Patuca desde el Atlántico, intimando con piratas ingleses, franceses y holandeses; todos estos españoles de abolengo indiano estaban metidos, aunque lo niegue la historia hasta la coronilla traficando con telas holandesas, armas inglesas, ferretería y perfumes franceses, vinos y rones traídos de las factorías de Belice y Jamaica siempre de contrabando vía el río Patuca, remontando el Guayape hasta Juticalpa capital del criollismo colonial en Olancho, típico fortín de ese criollismo ya dueño de la región desde el siglo XVIII, es decir, que los hijos de los españoles de primera generación en Olancho, tempranamente desplazaron a sus padres y abuelos de las heredades territoriales y ganaderas esparcidas como naipes en la pampa olanchana.

El panorama más que romántico, se pintaba placentero y cómo para los actores cortesanos de Olancho, sus caciques regionales por siglos se habían enriquecido bajo la sombra de la impunidad, el oro y el contrabando colonial, con el agregado del favorable aislamiento regional, es decir, olvidados de la capital colonial Comayagua, pero este olvido facilitaba las cosas, las autoridades de la capital llegaban ocasionalmente a la recogida o rapiña fiscal, eclesiástica y agregar impuestos a los ya existentes que asfixiaban hasta las hormigas del patio, los grillos de la noche y el lamento e incomodidad de todos.

Gozaban de estas prebendas y privilegios las viejas familias de terratenientes y ganaderos, los propietarios de los títulos de tierras en composición o comprados a la corona siglos atrás como los Zelaya de Lepaguare, los Güell y Argüelles de San Esteban, los Garay, Canelas y Martínez de Juticalpa, estas y otras familias representaban la aristocracia ganadera reinando en extensos latifundios que alcanzaron su esplendor vacuno en el siglo XVIII cuando Olancho era considerado el área ganadera más grande y extensa de Centro América.

Un dato importante lo aporta el registro de tierras del Índice de Archivo Nacional de Honduras, donde vemos que los Canelas (moros de Granada) de Juticalpa en el transcurso de 100 años lograron comprar a la corona la simpática cantidad de 30,000 manzanas de tierras ubicadas en el valle de Olancho. A Joseph, Miguel y Santiago Zelaya que gozaron de privilegio real por ser fundadores con su pariente Francisco de Garaycoa del pueblo de Celaya en México, por ello en concesión real se les cedió en título perpetuo el Valle de Lepaguare. Otras familias hacían lo mismo al calor de la “Composición de Tierras” como se le llamaba al trámite administrativo de compra de tierras al Rey.

Esta era la estructura de la élite terrateniente-ganadera de Olancho a principios del siglo XIX, el siglo de la independencia, cuando irrumpe un fuerte grupo de inmigrantes de origen catalán, que astutamente se ubican en los hoy departamentos de Francisco Morazán y Olancho.

Dejaron su Cataluña natal, la Cataluña del norte de España y del sur de Francia, los catalanes con sus amplios conocimientos de la minería y demás metales penetran sigilosamente buscando sus espacios predilectos para desarrollar lo propio, pronto aventajaron a los tradicionalistas ganaderos olanchanos como los Zelaya, Garay, Canelas, Barahona y otros; vemos en Olancho a los catalanes Pedro Bertrand que será el padre del próximo Presidente de Honduras Francisco Bertrand; Francisco Gardela, padre del futuro Gobernador de Olancho Gervasio Gardela; a los hermanos Pedro y Florencio Xatruch hijos de Pedro Xatruch criados y crecidos en La Laguna, Concordia; las familias Villardebó, Urmeneta, Barceló; Güell y Argüelles ubicados en el Valle de Agalta; Maz, Castán, los hijos de Esteban Guardiola y Amorós; Hilario Fornell, Martín Güell, Salomón Martel, Francisco de Panchamec, Magín Güell, todos ellos laboriosos hombres de empresa muy pronto aventajaron a los capitalistas del patio, incursionaron en varios renglones de comercio y con sus conocimientos de minería, ganadería y la industria ligera alimentaria (embutidos y ahumados) pronto se convirtieron en grandes capitalistas como el caso de Don Juan Villardebó y Moret que a mediados del siglo era el hombre más rico de Olancho y uno de los más ricos de Honduras, importó de Barcelona en 1875 y donó el reloj que actualmente la torre norte de la Catedral de Juticalpa. Para 1860 el capital conjunto de Don Juan y la Casa Güell (Irene, su esposa) superaba la fortuna de los hacendados de Juticalpa.

LOS XATRUCH EN OLANCHO

Ramón y Pedro Xatruch dos hermanos procedentes de Cataluña, España, llegaron a Honduras principios del siglo diecinueve buscando fortuna en las minas de San Antonio de Oriente, en este lugar Pedro se unió en matrimonio con Eugenia Villagra y nacen sus hijos Pedro y Florencio Xatruch. A temprana edad muere el catalán y su viuda celebra esponsales con el Secretario Municipal Juan José Zúniga oriundo de la aldea La Laguna, municipio de Concordia, Olancho; con los años esta pareja y sus hijos se trasladan a vivir a La Laguna llevando consigo doña Eugenia a los dos primeros hijos de su anterior matrimonio Pedro y Florencio Xatruch Villagra junto a su tercera hija Petronila Zuniga Villagra. En Olancho discurre la vida menor y adolescencia de Pedro y Florencia quienes se inclinan por la profesión de las armas, ya en 1850 ostentaban el grado de tenientes coroneles y venos en 1866 a Florencio con el grado de General de División y jefe del Estado Mayor en el gobierno del general José María Medina.

Cuando la aldea de Juticalpa adquiere y jura su condición de Municipio el 27 de enero de 1821, su primera Corporación Municipal además del Alcalde Municipal Don José Manuel Rodezno estaba integrada por los catalanes Pedro de Varceló, Benito de Cerezos y como Secretario Don León Maz, astuto personaje que seguramente tenía mucho colmillo en las cosas y vericuetos de oficinas, posiblemente en su natal Cataluña había ejercido estas funciones. Inmediatamente esta Corporación Municipal dos meses después nombró al catalán Pedro de Urmeneta como Tesorero.

Fueron muchas las tribulaciones del judío converso Joaquín Tomé ultimo intendente de la corona en Olancho al momento de la independencia en 1821; en Olancho las clases altas de criollos blancos, blancos peninsulares, mestizos y comerciantes sabían lo que sucedía en otros países, el oficialismo colonial y el clero ocultaban los acontecimientos, los terratenientes y conservadores partidarios de la corona daban la vida por su rey lejano, pero los terratenientes hijos de terratenientes criollos de ideas liberales estaban a favor de la independencia, así como los blancos catalanes y sus hijos nacidos y radicados en Olancho que en forma abierta participaban a favor de la libertad de América: Los Güell, Urmeneta, Gardela, Maz, Argüelles, Xatruch, Fornell, Villardebó, Bertrand, Barceló y otros apellidos demostraban que el nacionalismo catalán brotaba en la pampa olanchana y estaba a favor de la independencia.

* Darío Euceda Roque. Abogado y escritor
Juticalpa, Honduras
Presidente de la Sociedad Olanchana de Literatura
Vicepresidente de la Sociedad Cultural Juticalpa
Autor de varios títulos de libros.
Columnista

Más de Anales Históricos
Lo Más Visto