US$ 270 millones para emergencia Fase 1

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11 de abril de 2020
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12:31 am
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US$ 270 millones para emergencia Fase 1

Por: Álvaro Sarmiento

Estas son las cifras brindadas por el Grupo del Banco Mundial (WBG), el pasado 4 de abril, de apoyo a Latinoamérica como respuesta a la COVID-19 (coronavirus a través de préstamos aprobados la semana pasada por US$ 100 millones para Argentina, el Ecuador, Paraguay y Haití, así como 170 millones adicionales reorientando proyectos existentes para otros países de la región.

Todos quisiéramos ver a Honduras en este listado, pero lo importante es hacer los deberes bien en casa para asegurarnos de estar en la siguiente o próxima horneada de financiamiento. Esta labor es responsabilidad exclusivamente nuestra, no de los bancos.

Parece que el tiempo trabaja en contra, ya que no hemos llegado a lo peor de la crisis sanitaria y la crisis financiera para todos los generadores de riqueza (empresas) está más que instalada. Tal como señala el editorial del Lunes Santo de LA TRIBUNA “Lo inmediato es mantener a flote el sistema productivo. A las empresas sin ingresos y mercado -debido al encierro- que deben pagar planilla y no despachar a sus trabajadores. Las empresas y la fuerza laboral del sector formal e informal es la columna vertebral del país. Si eso colapsa no hay día después. No es cosa de ver qué hacen al final de la hecatombe sino ahora -es cosa de horas no de días- para evitar el desmoronamiento. Esta es una cadena. Se precisa del efecto de derrame”.

Instituciones financieras de desarrollo (no de emergencia), como el Banco Mundial, el BCIE, BID por nombrar algunas, nunca habían tenido que apagar incendios de manera simultánea en el mismo momento por todos lados, en todo el mundo. Por lo tanto, por muy bien o veloz que puedan responder a requerimientos de los gobiernos (ellos son los que requieren), todo mundo sin excepción debe hacer fila, al igual que en las gasolineras o para entrar a un supermercado. Por otro lado, ningún recurso material -menos el dinero- es ilimitado y ningún banco tiene disponibilidad inmediata para todos los demandantes. De esa cuenta la respuesta parece, se está dando por etapas o fases, donde se preparan a la mayor brevedad propuestas de financiamiento, que son por cientos de millones de dólares, se deben filtrar, para disminuir los riesgos de financiar cosas indebidas, pasar a un directorio de personas que deben leer, analizar, estudiar, discutir y aprobar o devolver dichas propuestas, y en horarios de trabajo/descanso que permitan tomar decisiones relativamente buenas.

Por otro lado, se están priorizando programas, de respuesta inmediata a la emergencia sanitaria, como compra de implementos, ventiladores, pruebas, etc. Lo esencial para evitar que la gente pueda sobrevivir se muera por falta de oxígeno.

En su reporte del 2 de abril, el WBG, anuncia una primera fase de financiamiento con US$ 100 millones para Ecuador (un sentido saludo a los colegas de SENAE en Guayaquil que la han pasado en condiciones espantosas), Argentina, Paraguay, Haití, un país donde las tragedias se expanden exponencialmente. También algunas de las intervenciones adicionales incluyen restructuraciones de préstamos: en República Dominicana, puesta en marcha de opciones de desembolso diferido ante catástrofes (CAT-DDO); en Panamá, puesta en marcha de CAT-DDO; en Bolivia, reestructuración de un proyecto de salud existente. Asimismo, Bolivia con US$ 20 millones para la compra de insumos de emergencia.

Los CAT-DDO son recursos “inmediatos” para actividades de respuesta y recuperación, luego de eventos de alto impacto como inundaciones y huracanes, o emergencias de salud, como brotes de enfermedades contagiosas.
Hagamos bien nuestra labor y lobby con estas fuentes de financiamiento, esto acelerará el proceso de desembolsos.

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