El asesino invisible

ZV
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17 de abril de 2020
/
12:36 am
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El asesino invisible

Por: Otto Martín Wolf

Si afuera, en la antes temida y ahora quizá anhelada calle, se estuviera produciendo una balacera, saldría usted?

Pensemos entonces que en este momento andan sueltos veinte mil asesinos.

El principal problema es que no solo son despiadados y matan indiscriminadamente a quien se encuentren en el camino, sino que son invisibles, tanto ellos como sus armas.

Cuando disparan sus proyectiles son invisibles y, lo que es peor, su impacto no produce dolor, el afectado ni siquiera se percata de que ha sido alcanzado.

Al regresar a su casa llega mortalmente herido, pero no lo sabe, no siente dolor, no se da cuenta de que pronto morirá.

Es más, ese proyectil invisible que carga en su cuerpo está activo y puede penetrar en los cuerpos de todos los que están alrededor, donde se instalarán durante un tiempo, para después detonar mortalmente.

Los nuevos afectados saldrán también a la calle, con su capacidad para herir a quien se encuentren en el camino.

Puede imaginar usted ese tipo de arma y proyectil?

Si se tratara de un hombre con una ametralladora o miles de hombres armados serían menos peligrosos, ya que uno tendría oportunidad de capearse, esconderse, alejarse y, al saber que ha sido herido, podría buscar ayuda médica.

Pero estoy hablando de centenares de miles de posibles asesinos invisibles.

Exactamente eso es lo que está sucediendo con el COVID-19.

Salir a la calle es exponerse al contagio y luego, sin saberlo, traerlo consigo, infectando a quien se le ponga enfrente.

Dará la mano a alguien, saludará de beso a otro, quizá hasta un abrazo o simplemente respirará cerca, hiriéndole mortalmente.

En un descuido estornudará y mandará al aire millones de gotículas envenenadas.

Usted se ha convertido en un asesino invisible.

Si en lugar del COVID-19 usted fuera el portador de  una ametralladora y matara o hiriera a decenas de miles, con seguridad iría a los tribunales y posiblemente a la cárcel por asesinato.

Pero no, sus crímenes quedan impunes, usted es otro asesino invisible.

Los que salen a la calle innecesariamente -y aún quienes lo hacen con motivos justificados- son asesinos invisibles en potencia.

Evitar ser contagiado es tan importante y humano como evitar contagiar a los demás.

ottomartinwolf.com
[email protected]

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