Incendios forestales un nuevo aliado que agrava crisis por COVID-19
Todo el peso de la ley debe recaer sobre los responsables de provocar incendios forestales, que atentan contra la vida, salud, y seguridad humana de los hondureños, delitos ambientales que no pueden quedar impunes, señaló el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Roberto Herrera Cáceres.
De acuerdo a las cifras oficiales se contabiliza que han quemado un promedio de 12 mil hectáreas de bosque a nivel nacional, agravando la actual crisis sanitaria a causa del COVID-19.
El Ombudsman dijo que el humo producto de los incendios provoca diversos problemas respiratorios, afectando especialmente a los niños, adultos mayores, bomberos, y personas con afecciones como el asma, y se les expone aún más a ser víctimas del COVID-19.
Anualmente las fuentes de agua, flora, fauna, oxígeno y recursos para el desarrollo, disminuyen por la recurrencia de incendios que afectan los bosques de Honduras, afectando el derecho humano de las personas y comunidades a un medioambiente saludable, apuntó.
“Prevenir incendios forestales es asegurar nuestros recursos y riquezas naturales para explotarlos racionalmente bajo condiciones favorables para nuestro desarrollo y bienestar personal, familiar, comunitario y de la comunidad nacional”, señaló Herrera Cáceres.
Agregó que “todos somos responsables del cuidado de los bosques y debemos prevenir, por todos los medios posibles, los incendios forestales, incluyendo las rondas, zanjas o brechas preventivas que los propietarios deben ser obligados a hacer anualmente y en caso de incendio colaborar con los bomberos para sofocarlos.
Asimismo, recomendó al Gobierno equipar al Cuerpo de Bomberos con drones que les permita realizar las verificaciones e investigaciones de causas, amenazas y dimensiones de los incendios forestales.
