¿Y la economía?

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17 de abril de 2020
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12:19 am
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¿Y la economía?

Por: Fernando Berríos
Periodista

Hoy el dilema de las naciones está en la premisa de salvar vidas o salvar la economía. Muchos son del discurso que salvemos vidas y agregan: “porque ya habrá tiempo de reactivar la economía”.

Aunque suena muy humano y generoso el discurso, la decisión no es tan simple y a todos los gobiernos responsables (entiéndase no populistas) les está generando un verdadero dolor de cabeza.

En principio pensemos lo siguiente: fácil sería para un gobierno decretar un confinamiento absoluto y sin garantías para nadie para enfrentar al COVID-19. Es decir: aquí nadie circula, todo mundo en casa.

Sin embargo, está probado que la medida es difícil de cumplir, aún para El Salvador donde su presidente millenials amenazó a su población “desobediente” con mandarlos a centros de aislamiento a cumplir cuarentena obligatoria por 30 días.

Pero lo que nosotros entendemos es que gran parte de la población vive del día a día.

Háblele a este monumental universo de personas de que “ya habrá tiempo de reactivar la economía” y en segundos se dará cuenta que usted quizás vive en una burbuja rodeado de comodidades, con alacenas rebalsando de comida para alimentar a legiones durante meses. ¡Su realidad no es la de otros!
La realidad en un país con más de 67% de pobreza es: “hoy trabajo, hoy como”.

Son millones de hondureños que viven del día a día y trabajan de sol a sol con la esperanza de ir a la pulpería o mercadito del vecindario por sus alimentos, pagando una parte y fiando el resto.

Esta semana las redes sociales estallaron por el rumor (fake) de que se volvería a la normalidad el lunes 13 de abril. Leí encendidos discursos de los que tienen las cocinas llenas. Si usted puede quedarse en casa por un año, aislarse del mundo y protegerse de un contagio, dé gracias a Dios y felicidades!, pero no todos están en su misma condición.

¿Qué hacemos con los otros que sí necesitan que los engranajes económicos comiencen a moverse para llevar alimento y medicina a sus hogares? Y hago esta pregunta con honestidad porque realmente no sé cuál es la mejor respuesta.

¿Los mantenemos encerrados hasta que el hambre los obligue a abrir los centros de abasto de alimentos por la fuerza? ¿Que los mantenga el gobierno de turno con sacos de alimentos? ¿Usted de verdad cree que es real esa posibilidad, de mantener a millones encerrados con la esperanza de que después de un saco de comida venga otro y otro y otro?

Fíjese bien en la cadena del transporte. ¿Cómo hacemos con el taxista, el busero, el cobrador, el despachador, el administrador, el dueño de la unidad, la señora que vende baleadas en los puntos y terminales? Una unidad de transporte genera un efecto económico en cascada, es decir, esto es economía social. Esos 13 lempiras que usted paga por un servicio urbano se disgregan hasta alcanzar a decenas de personas.

Hay que quedarse en casa, claro que sí, pero no hay que ser injusto en el análisis al creer que no hay millones de personas decidiendo en este momento entre encerrarse y salvar su vida o salir para no morir de hambre. Vaya paradoja.

¿Cuánto tiempo tendremos que estar en casa? ¿Hasta que se invente la vacuna y la acaparen las potencias para salvar a los suyos? ¿Dos meses o seis, o nueve, o doce, cuántos meses?

Es aquí donde los gobiernos deben ser muy creativos para llevar una cosa de la mano de la otra. Es decir, cómo salvar vidas pero sin aniquilar la economía. El ejercicio que se hace actualmente con los sectores agroproductivos es un buen ejemplo y aquí fue fundamental el rol de los supermercados. Mantener cerradas estas tiendas ponía en grave peligro la cadena alimenticia al corto y mediano plazo. Más del 80% de productos que ahí se venden son comprados a productores nacionales que en marzo vivieron una pesadilla al no tener un mercado para sus productos. Millones y millones de lempiras en pérdidas para un sector que en cada cosecha se juega el todo por el todo. Y si el productor y todo el relacionado con la cadena alimenticia se queda en casa, ¿qué vamos a comer en un par de meses?

Lo que estamos enfrentando no es fácil, ni para Honduras ni para otro país del mundo afectado. Dios llene de sabiduría a quienes gobiernan.

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Twitter: @BerriosFernando

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