Abusos e incendios

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22 de abril de 2020
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12:05 am
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Abusos e incendios

Por Nery Alexis Gaitán

Se dice que en las peores adversidades es cuando en realidad se conoce a las verdaderas amistades; a nuestros familiares que nos quieren bien o a cualquiera que nos tiene cariño y está presto a tendernos la mano en nuestras desgracias. El pueblo dice que “en la cárcel y en el hospital se conocen los amigos”.

Las personas que abrigan valores eternos como la generosidad, la caridad, la misericordia, o sea el amor en todas sus formas, siempre harán el bien y nunca habrá maldad en sus actos. Ayudar a los demás, sin importar las circunstancias, es su forma cotidiana de actuar.

En estos momentos de gran necesidad del pueblo hondureño, producto de la pandemia que estamos enfrentando, es cuando nos damos cuenta quiénes están interesados en ayudar a los que están sufriendo hambre y sed. Así hemos visto a empresarios, grandes y pequeños, repartiendo víveres; a personas de buen corazón ayudando en la medida de sus posibilidades. El gobierno no se ha quedado atrás y está haciendo su parte para ayudar a la población.

A todas las personas de bien, involucradas en ayudar en esta crisis, Dios les dará su recompensa. Son digno ejemplo de solidaridad humana.

Pero como de todo hay en la viña del Señor, el corazón humano muchas veces tiende a ser traicionero e infiel. Y durante esta crisis también hemos visto cómo malos hondureños se han aprovechado de esta situación para su propio beneficio.

Para empezar se han hecho una serie de denuncias que funcionarios gubernamentales han comprado material de bioseguridad a precios sobrevalorados. O que este material nunca llegó a quienes lo necesitaban. Y que empleados, de distintas categorías, se están robando material adquirido; esto dentro de otras denuncias de manejos nada transparentes en el presupuesto asignado.

También que comerciantes y empresarios han empezado a alterar los precios de los productos, causando así un gran daño a la ya deteriorada economía de los pobres. Los pedidos que se están haciendo a los supermercados llevan los precios alterados. Lo mismo sucede en mercaditos, pulperías, carros repartidores, etc.
Citaremos como ejemplo que un limón, que normalmente cuesta un lempira, ha llegado a costar hasta diez lempiras; los huevos que bajaron de precio antes de la crisis, se ha incrementado su valor; lo mismo sucede con las carnes, frutas, verduras, etc. También con el precio de las mascarillas, gel de manos y productos relacionados.
Otro abuso descarado es el que está haciendo la EEH, que está cobrando según promedio de los últimos tres meses de consumo. Este es un flagrante robo ya que en el último mes las empresas, comercios, etc., casi no han consumido energía eléctrica. Este tipo de arbitrariedades deben terminar inmediatamente.

Ante estos abusos, las autoridades deben actuar inmediatamente y deducir responsabilidades. No es posible que se permita que estos especuladores y sinvergüenzas hagan más amarga y difícil esta situación que estamos viviendo.

Otra situación grave que estamos enfrentando son los incendios forestales que en su mayoría son producto de mano criminal. Algunos incendios son provocados con fines de construir proyectos habitacionales. Estos incendios dañan el medio ambiente, y por lo tanto la vida silvestre, y agudizan la crisis de agua potable que actualmente tenemos.

Solo en lo que va del año se han quemado alrededor de 15 mil hectáreas; lo que es una tragedia para el país. Urge que las autoridades lleven a los tribunales a los responsables de estos crímenes ambientales.

Es necesario que el hondureño cree conciencia sobre la responsabilidad ciudadana que tiene consigo, con sus familiares y sus conciudadanos. Debemos aprender a pensar en función de país y reforzar nuestra identidad colectiva. De esa forma saldremos adelante y mejorará nuestra calidad de vida.

¡De momento debemos cuidarnos para no contagiarnos del coronavirus.

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