Rapaces al acecho o tendenciosos rumores

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22 de abril de 2020
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12:01 am
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Rapaces al acecho o  tendenciosos rumores

Por Adán Hilario Suazo Molina
Coronel de Aviación ®

Los medios de comunicación del mundo, en su gran mayoría han adoptado un mensaje de esperanza, de unión y hermandad, que alimenta en nosotros, una ola de cambio de actitud, tanto ahora que enfrentamos esta crisis planetaria, y a futuro cuando se comience a controlar la pandemia, algo que nos permita encauzarnos en la ansiada transformación como sociedad, las plataformas y redes, el quinto poder como se insiste en llamarles, están también inundadas de mensajes y spots que nos hace recapacitar y evaluar, sobre la decadencia en la que hemos vivido, lo que conocemos como civilización, solo ha sido, la experimentación de tantas doctrinas y formas de vida, con el consecuente fracaso de millones de seres, aquí estamos, ante un sistema globalizado, en el que avanzamos técnica y científicamente, pero como humanos, no alcanzamos a salir de la caverna.

Nos es imposible asimilar la magnitud de la catástrofe, los especialistas no acaban de afinar cifras, cuando otros eventos surgen, los científicos detectan nuevas características, se especula sobre milagrosos tratamientos, dicen que hay 17 proyectos de vacuna en proceso. Todo es un enigma y no queda más que obedecer, ser prudentes y encomendarnos a Dios Todopoderoso.

El vaticinio y efecto sobre el impacto en cada país es por una parte generalizado, pero como es de esperarse, los más relegados somos los menos preparados; desde el 11 de marzo 2020, se produjo en nuestro país el primer caso de COVID-19, han surgido una serie de acontecimientos, mucho más peligrosos que el mismo mal. Un sistema de sanidad debilitado, por causas y razones conocidas; una sociedad fragmentada, por causas y razones conocidas; un gobierno rechazado por un segmento político, por causas y razones conocidas; y el resto de la población, unos incrédulos, otros en pánico, otros indignados, pero todos más o menos susceptibles a las noticias, rumores o chismes que van y vienen, entre nuestro peculiar estilo de convivencia.

Era de esperarse, la negación persiste entre todos los actores que tratan de aliviar las presiones y conformar un equipo, para enfrentar esta amenaza. El sistema de salud en su mayoría cumpliendo su honroso deber, pero más de alguno oponiéndose a todo, tratando de tomar ventajas y ganar cámara y micrófono, todavía se reclama el porqué, equis hospital no se convierte en receptor de COVID, o por qué razón no se transforma en hospital tal edificio público, o que se venda el avión presidencial para con ese producto, comprar unidades de UCI, etc. Todas son más que patrañas, generación de odio en el pueblo; ni edificio ni aviones son de cualquier presidente, esos son bienes del Estado.

En la mayoría de los países, existe una “Ley de Movilización Nacional”, esta entra en efecto, en caso de conflictos o calamidades nacionales, como la presente, en estas circunstancias, todo el esfuerzo nacional es dirigido a controlar los peligros y consecuencias de los fenómenos adversos, nuestro sistema de salud debió integrarse completo, lo privado y lo público, bajo una sola dirección y voluntad, esto no es confiscación, es realidad, la única vía para salvar la patria ¡sobrevivencia!

Se espera que esta lección nos obligue a legislar en tal sentido. Pero hoy, estamos en medio del río y no hay vuelta atrás, se debe aceptar que tenemos una dirección oficial, quien emite políticas y órdenes, las que deben ser apoyadas y obedecidas, no estamos para juegos, los políticos que guarden sus emociones. No se vale hacer política con la desgracia, eso incluye todos los bandos, pero en especial los que gobiernan. Incluso circula: que algunos malos ciudadanos, le han metido fuego a los pocos bosques de los alrededores de Tegucigalpa, ni pensar que es con sesgo político, para desviar la atención o desprestigiar instituciones.

Pero el asunto más peligroso que se esta dando, es relativo a la adquisición de insumos, para el apoyo del esfuerzo contra la pandemia, la mayoría de los pueblos, al afrontar estas crisis, se unen y pelean juntos contra el enemigo común, ¡algo muy natural! Las especulaciones han surgido, los rumores y cruces de chismes generan desconfianza. Las denuncias de manejos indebidos de los fondos o descuidos en las adquisiciones, deben ser aclarados de urgencia, de ser esto falso, que se reafirme su credibilidad. Pero de ser culpables, sea por acción u omisión, que la ley actué sin piedad. Meter las uñas en estos tiempos es un asesinato.

Un cargo, posición o asignación oficial, no equivale a una patente de corso, para ningún funcionario. Rapaces los hay de todos los estilos, tendencias y colores, y pueden ser más peligrosos que cualquier virus.

Dios primero y se aclare el panorama, y sean solamente: tendenciosos rumores.

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