Vendedores se ponen creativos para evitar el contagio del virus
El lunes regresan los vendedores de la Feria del Artesano y el Agricultor a atender a las amas de casa después de ensayar varias medidas de bioseguridad entre miércoles y viernes de esta semana.
El centro de abasto reabrió el miércoles, después del toque de queda absoluto y durante los primeros tres días de esta semana, recibió a más de 30 mil personas que acudieron en condiciones distintas hasta antes de la llegada del coronavirus a Honduras.
En la entrada, los clientes deben hacer una fila separándose dos metros entre cada uno, seguidamente son rociados con sanitizantes desde pies a cabeza y reciben gel antibacterial con el que se deben frotar las manos.
Adentro, diferencia de antes cuando eran tumultos de personas, ahora son ralas las cantidades de clientes, ya que solo permiten un promedio de 150 compradores que deben darse prisa y salir por un portón distinto al que entraron en menos de media hora.
Para darle oportunidad a todos, los organizadores acordaron dividir en tres grupos a todos los vendedores, que se turnan un día a la semana y aprovechan, así, para llevar algo de sustento a sus hogares.
Algunos han sacado la creatividad para atender a los clientes; en el piso del estacionamiento donde funciona la Feria, pintaron cuadros a dos metros de distancia frente a cada uno de los puestos de venta.
Cada uno de los productores usa cubrebocas, otros hasta llevan guantes plásticos, en algunos puestos ofrecen a los clientes gel sanitizante, cloro en atomizadores y en puestos de huevo han colocado cortinas plásticas para mantener la separación con los clientes y evitar así la propagación del virus. (JB)