Morlocks versus Eloi

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27 de abril de 2020
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12:05 am
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Morlocks versus Eloi

Por: PG. Nieto

Jugando a las escondidas con el COVID-19, desde nuestras atalayas, contemplamos a las naciones doblar la rodilla frente a la naturaleza; a los servicios de Inteligencia mostrar nuevamente sus limitaciones como les ocurriera en los atentados a las Torres Gemelas (11-S) y a la Estación de Atocha (11-M); a sanitarios de hospitales europeos fabricar sus batas con bolsas de basura tamaño jardín, mientras les llega la remesa de material biosanitario; escondite donde la soledad es la mejor compañía, hasta que Santa Claus nos traiga la vacuna, mientras, nos preparamos para el día después.

Quien crea que se despertará del “día de la marmota” para continuar con su vida anterior, se equivoca. Los comportamientos sociales y laborales deberán ser auditados y sancionados desde la bioseguridad. ¿De qué sirve usar la mejor mascarilla si al quitárnosla quedamos infectados porque no sabemos hacerlo correctamente? Un estudio de la Universidad de Harvard proyecta el regreso a la pseudonormalidad para el segundo semestre del 2021, a expensas de que una vacuna reduzca los plazos. Ya se están probando en cobayas humanas cinco vacunas: dos en China, una en Hong Kong, y dos en Estados Unidos; donde Bill Gates ha destinado mil millones de dólares para la investigación, siendo una de ellas la más prometedora.

Mientras la naturaleza se asocia con el COVID-19 para conseguir una tregua, recuperándose los bancos de pesca, reduciéndose la polución, derrumbándose el precio del petróleo… en Honduras somos diferentes. Cada año el cielo se cierra con el humo procedente de los incendios forestales, cuyo hollín contaminante llena nuestros pulmones. Dolor de cabeza y garganta, tos seca, irritación de ojos… No sabemos si es por el coronavirus, por la porquería que respiramos, incluso por el dengue que sigue matándonos, no porque haya pobreza sino por ignorancia y falta de conciencia social. Terroristas, hijos de la oscuridad, quienes impunemente incendian los bosques destruyendo fl ora y fauna, secando las fuentes de oxígeno y de agua. El gobierno debería incentivar económicamente la delación y aumentar las sanciones para generar disuasión. El pasado 22, día de la Tierra, el Papa Francisco dijo: “Dios perdona siempre, el hombre en ocasiones, la Tierra no perdona nunca”.

¿Somos dadores o depredadores? ¿Cuál es nuestro proyecto de vida? Raza de Morlocks, moradores de la oscuridad en la gran caverna, que se alimentan de los Eloi, raza de luz que habita la superfi cie, sean malditos como lo fue Caín. (La máquina del tiempo, fi lme de 1960). Dice Chomsky: “Quienes se pasan el día diciendo mentiras llega un momento que la verdad desaparece de sus vidas”. La realidad es percibida, subjetivada igual que la verdad. Cada sujeto toma de ella la parte que le interesa, desechando, incluso invisibilizando el resto. Así construye su realidad, su vida. Sin pensamiento crítico, la ignorancia y los intereses personales orientan el comportamiento facilitando la manipulación del rebaño.

Morlocks versus Eloi

Recomiendo el pensamiento de Chomsky a determinados políticos, periodistas, y comunicadores sociales que viven de los medios, de un público sobre el que infl uyen desde su pedestal. Opinan sobre todo porque creen saber de todo, convencidos de que el cargo lleva inherente el conocimiento. Les interesa mostrar que sienten, lo de razonar aburre al público. Soltada la ñorda emocional, cual Pilatos se lavan la conciencia con el gel desinfectante de la profesionalidad y amor al pueblo. Patético el prócer pepenador, incapaz de generar información propia, diariamente esparce basura de terceros que encuentra en los estercoleros, acomodándola a su retrete personal. Ese es su aporte a la crisis.

“Honduras tendrá que vivir con el COVID-19, tenemos que abrir inteligente y ordenadamente la economía”, dijo Juan Carlos Sikaffy, presidente del COHEP. El encuadre es correcto si el concepto “inteligente” incluye el adjetivo “diferente”. Los protocolos de seguridad implementados en Tegucigalpa por una ferretería del anillo periférico, que reanudó actividades, son un ejemplo a seguir. No hay manera de controlar la diseminación del coronavirus sin contar con la tecnología. Facilita el control poblacional en tiempo real mediante drones para la vigilancia zonal, pulseras con chips para monitorear constantes vitales, aplicaciones para celulares que identifi can potenciales contagiados y entornos, incluso para detectar quienes violentan la cuarentena. ¿Privacidad? Tratándose de la Seguridad Nacional los derechos individuales se supeditan a los colectivos.

“El propósito del medio no es tanto informar lo que sucede como formar a la opinión pública según la agenda del poder corporativo”. -Noam Chomsky-.

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