¿Sabe si lo que consume está libre de coronavirus?

ZV
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27 de abril de 2020
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05:00 am
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¿Sabe si lo que consume está libre de coronavirus?

El 11 de marzo de 2020, el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhamon Ghebreyesus, anunció que el COVID-19 puede caracterizarse como una pandemia.

Ante esta situación crítica con la pandemia del COVID-19, es imprescindible tener la garantía que los productos que se compran hayan sido sometidos a los más estrictos procesos de bioseguridad y no sean productos de contrabando.

El COVID-19 se ha expandido exponencialmente, afectando a más de 2.7 millones de personas a nivel mundial y causando la muerte a aproximadamente 190 mil (según las estadísticas de la Universidad Johns Hopkins), poniendo en alerta a la población mundial, que ha cambiado su estilo de vida para prevenir el contagio.

El 11 de marzo, el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhamon Ghebreyesus, anunció que “la nueva enfermedad por el coronavirus 2019 (COVID-19) puede caracterizarse como una pandemia”.

En Honduras, los primeros dos casos fueron confirmados el pasado 14 de marzo, y el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), a solicitud de la Secretaría de Salud, emitió alerta roja para los 18 departamentos de Honduras y desde entonces el país permanece en un estado de cuarentena, y lo que se ha permitido y se seguirá permitiendo, al igual que en otros países, es la compra de alimentos.

Una de las interrogantes que ha surgido por parte de la población alarmada es: ¿pueden los alimentos, empaques o productos transmitir el coronavirus?, ¿qué sucede con los productos de contrabando, se puede confiar que están libres de coronavirus?

Sí es posible que el virus que causa COVID-19 pueda sobrevivir en superficies u objetos. Según un artículo elaborado por la BBC, menciona que un estudio publicado a mediados de marzo en la revista científica New England Journal of Medicine, “el virus SARS-CoV-2 puede sobrevivir y conservar su capacidad infecciosa hasta por 24 horas en el cartón y hasta tres días en el plástico o acero inoxidable”.

La agencia del gobierno de los Estados Unidos, responsable de la regulación de alimentos y medicamentos FDA (siglas, en inglés), afirma en su portal web que “actualmente no hay evidencia que los alimentos o empaques estén asociados con la transmisión del COVID-19, sin embargo, el virus se propaga de persona a persona”.

También los Centros de Control de Enfermedades (CDC) de EE.UU. reconocen en su web que “podría ser posible que una persona contraiga el COVID-19 al tocar una superficie u objeto que tenga el virus y luego se toque la boca, la nariz o posiblemente los ojos, aunque no se cree que esta sea la principal forma en que se propaga el virus”.

Es importante ser limpios y no comprar productos de contrabando, cuyos procesos de fabricación pueden ser con materiales defectuosos, vencidos o bajo condiciones insalubres.

CONTRABANDO Y CORONAVIRUS

De manera que quienes están a cargo de preparar alimentos o producir insumos deben seguir los procedimientos de bioseguridad que incluyen uso de guantes, mascarillas, y todas sus superficies deben estar limpias y desinfectadas.

Procesos que en empresas formales son cumplidos a cabalidad, incluso hay personal encargado de la supervisión para garantizar el cumplimiento de estas medidas. Pero en fábricas o laboratorios ilegales, no existe este control de calidad o garantía que realicen los debidos procesos de higiene en su fabricación o elaboración.

En el contexto general, sin estar ante esta pandemia, es conocido que los productos de contrabando que son de consumo humano elevan los riesgos para la salud, al no estar claro su origen o proceso productivo y no cumplen con las normas y estándares exigidos. No son certificados por agencias de regulación sanitaria o de la salud, poniendo en riesgo el bienestar de quien los consume.

Los productos ilegales y sucios que vienen desde China y otros países son traficados por criminales. Tanto quiénes los fabrican, así como quienes los venden, no siguen protocolos de bioseguridad, ya que no son auditados por agencias sanitarias y su fin no es la seguridad del consumidor, por lo que no es de su interés ser limpios.

“Debemos asegurarnos que los productos que consumimos cumplen con todos los requisitos de bioseguridad que nos garantizan la salud, el contrabando no lo hace. Protege tu vida y la de tu familia, no consumas contrabando”, afirma Fernando García, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), organización empresarial que apela a la compra en centros autorizados, evitando el consumo de productos provenientes del comercio ilícito y contrabando.

Ante esta situación crítica, es importante que los consumidores exijan que las empresas implementen todas las medidas de prevención, desde uso de barreras físicas como guantes y mascarillas, hasta el control de sus empleados, seguimiento de su condición de salud e higiene al elaborar lo productos.

Y es sumamente importante ser limpios, no comprar productos de contrabando, de los cuales se desconocen los procesos de fabricación, que es muy probable que sean elaborados con materiales defectuosos, vencidos o bajo condiciones insalubres.

También cabe destacar que el contrabando afecta la recaudación del Estado, de manera que esos recursos que se dejan de percibir debido a la evasión fiscal, podrían ser destinados a sectores claves como salud y educación. Al respecto, García agregó: “Los productos de contrabando no pagan impuestos y por lo tanto no aportan al Estado para combatir las enfermedades como el COVID-19”.

No vender o comprar productos de procedencia dudosa también es una medida de prevención contra el contagio por COVID-19.

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