Cuarentena y cambio de vida

OM
/
29 de abril de 2020
/
12:21 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
Cuarentena y cambio de vida

Por Nery Alexis Gaitán

Vivir una cuarentena no es fácil para nadie. Y es peor aún para los que no tienen los recursos indispensables para vivir. Y es una tragedia para todos aquellos que viven del día a día, porque cargan la miseria a cuestas como un martirio. Es sencillo: si no salen a trabajar no comen.

Así vemos el sufrimiento cotidiano del pueblo pobre. Razón por la cual se están efectuando algunas acciones para paliar esta terrible situación. El gobierno ha anunciado una serie de medidas de asistencia y está distribuyendo comida. Lo mismo están haciendo empresarios y personas de bien, para ayudar a los más necesitados.

Aunque se necesita un apoyo mayor por parte del gobierno y empresarios, porque las necesidades son muchas.
Desafortunadamente la ayuda gubernamental está siendo fuertemente cuestionada por mala distribución; y han salido a luz varios actos de corrupción por compras fraudulentas y alteración de precios.

Asimismo, el alza a los precios de la canasta básica y demás productos y materiales, está a la orden del día. Todo esto provoca que la crisis se agudice. Ya no solo se está sufriendo por el coronavirus, sino también por los graves daños que ocasionan los corruptos y los especuladores.

Se necesita urgentemente que los que aman al país y a los pobres, hagan sentir su presencia, para que unidos podamos hacerle frente a esta pandemia que nos está afectando a todos. Como siempre, los que menos tienen son los que más sufren. El momento de ser solidarios es ahora.

Lo cierto es que cuando pase esta cuarentena ya nada será igual. No podemos seguir siendo los mismos de siempre. Irresponsables con nosotros mismos, con nuestras familias y con el país.

Necesitamos hacer un alto en nuestra forma de vida y pensar en el bienestar colectivo, solo así saldremos adelante.

La vida social debe ser diferente. Se deben evitar aglomeraciones de todo tipo y estar conscientes que es prioritario cuidar nuestra salud, mediante el uso de medidas de bioseguridad y sanitarias. Debemos saber que al ir a los supermercados las filas de metro y medio mínimo serán lo habitual; lo mismo en el banco o en cualquier comercio.

Los espectáculos públicos ya no serán masivos, desde conciertos musicales hasta concentraciones políticas. En el cine se admitirán de 30 a 40 personas por tanda. Los saludos deben guardar cierta distancia, etc.

El distanciamiento social es la clave, debemos aprender de los países orientales, como Japón y Taiwán, que han sido capaces de enfrentar la pandemia con éxito debido al distanciamiento social, que en su caso está basado en el respeto a los demás, y en ningún momento violan su espacio personal.

Como ejemplo citaremos, que tomar el metro en el Distrito Federal, en México, es una experiencia aterradora. Uno se sube entre codazos, golpes, escupitajos e insultos. Mientras que tomar un tren en los países orientales antes mencionados, es una experiencia muy agradable. Las filas para ingresar están ordenadas; lo mismo hay filas para salir del tren; los pasajeros se bajan y se suben en un orden absoluto y guardando la respectiva distancia.

¡Cómo necesitamos los hondureños aprender normas efectivas de comportamiento social! ¡Urge que entendamos que ya nada será igual y que debemos prepararnos para una nueva forma de vida que tenemos por delante!

Es urgente, por lo tanto, afianzar la enseñanza en valores, tanto morales como espirituales. De esa forma estaremos preparados para los retos que tendremos después de esta cuarentena. Que ya sabemos son de naturaleza económica, falta de trabajo, de salud, etc.

Tratar de sobrellevar esta crisis con éxito y de paso mejorar la convivencia social, al abrigo de la paz y la armonía, debe ser la prioridad colectiva.

Más de Columnistas
Lo Más Visto