Concesionalidad no permite prorrogar la deuda con el BID

El 65 por ciento de la deuda actual de Honduras con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha sido contratada en condiciones de concesionalidad, extremo que no permite que el país acceda a una prórroga en el pago pese a la emergencia por pandemia.

La prórroga se entiende cuando los organismos multilaterales de crédito dejan de cobrar las deudas por un determinado periodo o lo que dure la crisis epidemiológica, explicó el representante permanente del BID en Honduras, Eduardo Almeida.

Pero de 26 países que atiende el BID, solo hay tres que reciben fondos concesionales y Honduras es uno de ellos, explicó Almeida. Eso significa que “son países que tienen un costo de deuda más bajo y más tiempo para pagar. Esto solo es posible hacer, porque hay una planificación a largo plazo de los ingresos que el BID puede tener con el repago de las deudas”.

“Si nosotros tenemos una clasificación triple A, porque tenemos las finanzas bien manejadas y sostenibles, esto significa que podemos captar recursos más baratos y por tanto, mantener el flujo de préstamos a Honduras con mejores términos de deuda”, complementó.

“Solo para dar una idea -agregó- el 65 por ciento de las deudas de Honduras con el BID son hechas a punto 25 por ciento de tasa de interés, con un pago de principal a 40 años”.

Por lo tanto, estas “son condiciones que ninguna otra institución y mucho menos con emisión de bonos internacionales, podría existir la obtención de recursos a no ser este tipo de concesionalidad”.

Entonces, “para mantener estas condiciones especiales, el BID, por tanto, no puede hacer una moratoria, porque si hace una moratoria imaginemos que los 26 países solicitarán una moratoria”, aclaró el funcionario.

Simultáneamente, el BID perdería la calificación de riesgo triple A y dejaría de prestar en condiciones concesionales porque se le encarecería el acceso a recursos entre los países que colocan fondos para ser prestados a proyectos de desarrollo.

La deuda de Honduras con el BID asciende al 9.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), es el principal acreedor con préstamos para proyectos de salud, infraestructura, seguridad y educación. En valores absolutos la deuda con el organismo ronda los 2,100 millones de dólares, más de 52,500 millones de lempiras al tipo de cambio actual. (JB)