Tormenta inunda calles y apaga los incendios
La fuerte tormenta provocó que algunos carros quedaran varados en el bulevar Morazán.
La fuerte tormenta que cayó la tarde y noche del jueves sobre la capital, fue recibida con mucha alegría por la mayor parte de la ciudadanía, a excepción de los pirómanos e incendiarios, a quienes se les vinieron abajo los planes maléficos.
La lluvia duró un promedio de tres horas, lo que bastó para apaciguar un montón de incendios forestales provocados alrededor de Tegucigalpa, especialmente en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional La Tigra.
En algunas zonas, los aguaceros anegaron las calles, por lo que muchos carros quedaron varados; mientras en la colonia Tepeyac, el fuerte viento que acompañaba a las precipitaciones derribó el cielo raso de una vivienda.
De igual manera, en la colonia Reynel Fúnez, los bomberos acudieron a una emergencia ante el colapso del techo de una casa.
A pesar de esta situación, las lluvias que han comenzado a caer sobre el territorio, son aguaceros que han venido a solventar una enorme cantidad de situaciones adversas, entre estas, los innumerables incendios forestales, la sequía y la proliferación de zancudos que se reproducen en las aguas estancadas. (EB)
