De los pudientes y los no pudientes

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4 de mayo de 2020
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12:52 am
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De los pudientes y los no pudientes

Por: Otto Martín Wolf

Para efectos de este artículo (y para todo) los pudientes son aquellos que pueden y los no pudientes los que no pueden, capisci?

La distancia entre la educación pública y la privada se ha ido ensanchando cada día más debido a diferentes factores.

Los maestros, cuando creyeron que su misión era luchar por sus beneficios económicos, olvidando que los alumnos eran lo más importante.

Las constantes huelgas y los ridículos 200 días de clase, desperdiciando casi la mitad del año en un país cuya educación no puede perder ni un solo día.

Todo eso permitió la llegada y el crecimiento de la educación privada que, sin huelgas ni estúpidas pérdidas de tiempo, obviamente atrajo a todos aquellos que no solo quieren lo mejor para sus hijos pero que, obviamente, pueden pagar.

Esos son los pudientes.

A nivel universitario lo mismo. Huelgas, paros, asambleas informativas, constantes tomas y desperdicio de recursos propiciaron la llegada y el crecimiento de universidades privadas a las que asisten quienes pueden pagar y no tienen tiempo que perder.

Con recursos provenientes de alumnos que pagan, contratan los mejores catedráticos, adquieren el mejor equipo y construyen mejores instalaciones. Así ha ido creciendo la separación entre pudientes y no pudientes.

Y, claro, como los pudientes se preparan mejor, consecuentemente van a ser más pudientes en el futuro y los no pudientes se van quedando cada vez más rezagados, también van a ser menos pudientes.

Y ahora nos cae la cuarentena que parece el sueño de todos los maestros que se consideren dignos miembros de alguno de los muchos colegios magisteriales: Menos días de clases sin deducciones en los cheques.

Mientras tanto, qué está sucediendo en el planeta de los simios?
Qué está pasando con los niños y adolescentes que recibían educación pública?

Están en sus casas perdiendo el tiempo frente a los televisores sin recibir un día de clases o jugando en la calle de tierra del frente.

Las escuelas y colegios privados están impartiendo clases virtuales, para deleite de sus padres que pueden controlar -por primera vez y sin mucho esfuerzo- el comportamiento de sus hijos en los estudios.

Pero la educación pública en su mayoría está detenida, sin esperanzas de salir de esa paralización.

Qué hacer? Los hijos de los no pudientes no tienen Internet ni dispositivos adecuados.

Los maestros quizá sí y, vamos a darles el beneficio de la duda, a lo mejor también interés en sus educandos; pero se necesita que ambos lados tengan la capacidad electrónica para comunicarse.

La brecha entre pudientes y no pudientes se hace más grande cada día que los no pudientes no reciben educación.

Aparte de la crisis de salud y su consecuencia inmediata en la economía, a mediano y largo plazo, tenemos también que pensar en la educación de los no pudientes.

Qué va a ser de ellos?

En qué mundo de desventajas van a seguir viviendo?
Cuál será su futuro?

Seguirán siendo los albañiles, carpinteros, choferes, mandaderos y trabajadoras domésticas de los pudientes?

Esta generación será un mayor semillero de delincuencia y desperdicio de vidas?

Qué hacer?

De momento se me ocurre que el gobierno debería de convocar a los colegios magisteriales (sí, los mismos de las huelgas) y pedirles un planteamiento serio, tiene que haber algún inicio de solución, algo, una visión interesada en el futuro de los no pudientes.

Pero hay que hacerlo ya, ahorita, cada día que pasa es un día que la brecha se ensancha.

Capisci: En italiano “comprende?”.

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