Tormenta perfecta del petróleo: lo sucedido (1/2)

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4 de mayo de 2020
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12:01 am
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Tormenta perfecta del petróleo: lo sucedido (1/2)

Por: Antonio Flores Arriaza
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El surgimiento del COVID-19 produce una serie de consecuencias, una muy importante, fue la histórica caída en un solo día (9 de marzo) del precio del petróleo en un 30%, ya que con el confinamiento, la economía mundial se detuvo bruscamente casi desapareciendo la demanda de petróleo. Esta situación desencadenó un conflicto en los intereses de la OPEP (que lidera Arabia Saudí) y la OPEP+ (que lidera Rusia). Finalmente, pactaron que, a partir del 1 de mayo, reducirían su producción para bajar la oferta y así mejorar los precios que, esperaban, podrían subir en un 40%.

Ese acuerdo temprano que se había logrado entre USA, Rusia y Arabia Saudí fue roto por esta que decidió no reducir su producción sino enviar a USA treinta millones de barriles diarios de petróleo para crear esta crisis. Así que al inicio del lunes 20 de abril, el petróleo de USA, el West Texas Intermediate (WTI) había empezado cotizándose a $18 el barril (lo que ya implica una pérdida importante porque el WTI tiene un costo de producción de $ 50 el barril), pero en el transcurso de ese día, el desplome llegó a situarlo en US$ -37,63. Algo sin precedente histórico y de enorme impacto sobre, no solamente en el negocio del petróleo, sino sobre la economía general que se mueve en función del petróleo. El 21 de abril venció la compra de futuros del WTI y, eso implicó, que se debe iniciar el traslado (la entrega) del petróleo adquirido.

Los compradores (promesa de compra) de futuros a entrega en mayo 2020 retiraron sus compromisos de compra y, al no existir demanda, la oferta quedó sobre abundando y ello trajo la caída brusca del precio del petróleo a valores inusitados y sin precedente histórico, llegando a lo impensable: valores negativos. Es decir (para explicarlo pero que no sucederá así), como si, al llegar a comprar petróleo a la estación, te pagaran a ti por el petróleo que cargaste en tu auto. Impensable. Quedándose los proveedores con sus buques tanques repletos a mitad del océano (esta forma de almacenamiento es tres veces más caro que almacenarlo en tierra). Literalmente, los barcos cisternas petroleros están detenidos formando colas en el océano.

La demanda a nivel global durante el primer trimestre del año cayó en 3,8 millones de barriles por día (alrededor de 4% de los suministros mundiales). Así que no solo el WTI sufrió este efecto. El petróleo BRENT (referencia en Europa) para entrega en junio cayó un 8,90% hasta US$ 25.58, como consecuencia de lo sucedido al WTI y el problema se volvió global. El BRENT no cayó a valores negativos, pero el bajón no fue cualquier cosa. En América Latina habrá varios países productores de petróleo, se verán en serios problemas: Argentina, Ecuador, Guatemala y, especialmente, Venezuela cuya economía es petróleodependiente. México es diferente ya que cuenta con un seguro petrolero que le permite mantener su precio sin importar lo que suceda en el mercado.
Lo que ha caído de precio es el contrato de futuros que vencerá en mayo y no el precio de la gasolina. Existe un período entre la adquisición del petróleo por los procesadores para transformarlo en gasolina, diésel, búnker, plásticos, etc. y el mercadeo de los combustibles (que ya no son petróleo porque este ha sufrido una transformación que lo ha convertido en otra sustancia y le ha agregado valor). Así que no veremos ahora mismo una inmediata caída del precio en bomba. El impacto sí lo tendrán ya las empresas directamente ligadas a la industria petrolera, y las personas que trabajan en ellas.

USA es el principal productor de petróleo del mundo, que lo hace, mayormente, por el caro procedimiento de fractura hidráulica o fracking y, su capacidad de almacenamiento ya casi está completa en vista que, por la pandemia, no hay demanda de combustibles (aun su principal bodegaje en Oklahoma, ya estaba prácticamente lleno) lo cual le imposibilita para recibir el petróleo que le llega de Arabia Saudí. La empresa noruega especialista en petróleo Rystad Energy advirtió que el almacenamiento mundial (no solo el de USA) estaba lleno al 76% al estallar esta crisis.

La producción no se puede detener fácilmente. Los costos de hacerlo y reiniciarla son muy elevados. Al llegar la pandemia y traer una brusca baja en la demanda de petróleo, los países productores no pueden parar en seco y, por tanto, la producción continúa. Así que, los compradores de petróleo, rebalsan sus depósitos y no pueden seguir comprando más. Siendo que USA es el mayor productor de petróleo, y a la vez el mayor consumidor, del mundo, fue el primero en sufrir estas consecuencias.

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