La arriesgada apuesta de Suecia frente al COVID-19

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10 de mayo de 2020
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12:32 am
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La arriesgada apuesta de Suecia frente al COVID-19

Por: Carlos Medrano
Periodista
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“Quédate en casa”, es un recurso que la mayoría de los países del mundo adoptaron ante la amenaza del coronavirus (COVID-19), ya que se disminuye el masivo contagio y se aplana la curva, como recomiendan los epidemiólogos, pero evidentemente es una estrategia que en Honduras será difícil de sostener en el tiempo.

¿Por qué?, porque las condiciones de pobreza en el país, que de por sí ya eran extremas, tienden a gravarse mandando a la gente a la casa, ya que será difícil ordenarle a un albañil, un zapatero, un sastre, un jardinero, o un vendedor ambulante – para mencionar algunos obreros-, que se vaya a su casa y espere sentado una bolsa alimenticia o bolsa solidaria, ya que eso significa que lo están condenando a la muerte, prácticamente.

La estrategia es insostenible en el tiempo, en los recursos y en la logística, ya que no se podrá alimentar a tanta gente por mucho tiempo, el dinero para elaborar dicha bolsa no ajustará y el ir a dejar esta bolsa a cada rincón donde hay un hondureño pobre será casi imposible.

Por estas razones, me parece que se debería analizar lo que otros países han logrado, de acuerdo con lo que la ciencia va descubriendo de esta pandemia, lo que la academia va descubriendo, lo que los expertos económicos y empresarios van sugiriendo, ya que, de lo contrario, esta enfermedad nos dejará casi muertos física y económicamente.

Vale la pena repasar lo que está sucediendo en Suecia, por ejemplo, que va en contra de la lógica que están adoptando la mayoría de los países y ciudades como París, Londres o Madrid, donde es imposible sentarse en un restaurante, mientras que en Suecia continúan operando y siguen atendiendo a los clientes.

Las escuelas para jóvenes menores de 16 años, los gimnasios, las tiendas de ropa y hasta algunas concurridas estaciones de esquí, siguen abiertos, pero si están prohibidas las aglomeraciones públicas de más de 50 personas, cerraron las instituciones de educación superior y le sugirieron a los trabajadores que laboren desde su casa, si pueden.

La estrategia del gobierno sueco es inhibir la propagación del virus, proteger a los grupos vulnerables y no sobrecargar el sistema de salud, pero al mismo tiempo el gobierno quiere reducir las consecuencias económicas a su industria con diferentes paquetes de estímulo del Ministerio de Finanzas.

El país nórdico apuesta por implementar “las acciones adecuadas en el momento adecuado” y que sus políticas para enfrentar la epidemia están basadas en la ciencia, con una estrecha cooperación de la comunidad científica y con expertos de la Agencia de Salud Pública, resaltando la importancia para su país, de que tanto el comercio como la sociedad sigan funcionando.

Indudablemente es una apuesta “arriesgada”, pero, por otro lado, Suecia está arriesgando menos económicamente, lo que evidentemente una vez se salga de esta crisis mundial, será objeto de estudios sanitarios y económicos de esta estrategia.

Los expertos suecos se preguntan… si un gobierno no quiere tomar riesgos, simplemente pone a toda su población en confinamiento e implementa restricciones de viaje para contener el brote, como lo han hecho países como Italia y España, pero advierte que estas medidas tienen costos económicos gravísimos para todo un pueblo.

Las realidades son distintas, evidentemente, pero vale la pena ver estos ejemplos, para integralmente atender la pandemia y que todos salgamos bien librados de esta catástrofe mundial.

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