Agobiados por la falta de ingresos, a dos meses de no poder trabajar debido al toque de queda por COVID-19, los barberos y estilistas informaron ayer que están programando una protesta para que el gobierno les ayude y escuche sus problemas, ya que están a punto del colapso económico.
Entre los inconvenientes que enfrentan, está la imposibilidad de laborar debido a la cuarentena, ya que los clientes varones prefieren raparse el pelo en sus casas y las mujeres compran planchas y tintes para arreglarse su cabello y así no tener que salir a los salones de belleza, exponiéndose al riesgo de contraer el virus.
El coordinador de la Unión Nacional de Cosmetiquería y Peluquería de Honduras (Unafecoh), Wilfredo García, manifestó que ese rubro está severamente golpeado con la emergencia sanitaria, porque se ven obligados a trabajar por citas o a domicilio.
“Hemos estado encarcelados y preocupados con el COVID-19; nosotros no estamos recibiendo ningún ingreso y eso nos tiene bien afligidos”, lamentó García, al tiempo de indicar que han adquirido deudas por alquiler de locales, pago de servicios públicos y préstamos del sistema bancario.
Indicó que les han ofrecido préstamos blandos, pero no están seguros de pagarlos porque la emergencia es impredecible y no saben hasta cuándo se va a extender y les preocupa no cumplir con sus compromisos de pagos.
BONOS Y PRÉSTAMOS
Indicó que aspiran a “préstamos blandos, y aceptar que nos amortigüen nuestras deudas y aparte de eso, nos den un bono de 11,000 lempiras que propuso un diputado del Congreso Nacional y queremos que quede firme para que nos beneficiemos”.
De esa manera, se beneficiaría a los estilistas que tienen como empleados a miles de hombres y mujeres que son madres solteras, que de esa manera sustentan a sus familias, aunque hay negocios que son cadenas y pueden soportar esta situación por un tiempo, pero los pequeños y medianos empresarios no tienen esas capacidades de sostener a los empleados y los demás gastos de sus salones.
García indicó que cuentan con personería jurídica y consideró que eso se debe respetar para que las autoridades gubernamentales los tomen en cuenta, ya que pagan impuestos y tienen que verse reflejados en sus beneficios estatales.
“El problema no solo es de nosotros, los que pertenecemos a Unafecoh, sino del rubro de los taxis que vivimos del día a día que diariamente este tiempo de cuarentena, hemos estado marginados”, se quejó. (ECA)
DESVENTAJA
PERSONAS OPTAN POR NO GASTAR
Según el especialista en estética personal, Wilfredo García, nadie quiere gastar dinero en barberías o salones, “por ejemplo, yo ya no tengo capital ni para la comida y no puedo trabajar a domicilio, porque las personas tienen el estigma de que nadie las toque, y prefieren comprar sus insumos para hacerse sus arreglos de pelo como maniquiur y pediquiur, o mejor comprar comida que pagar estos servicios”.
“Entonces, ya no es como antes”, cuando en sus salones tenían entre cinco y diez personas esperando por sus servicios.
¿QUÉ AYUDA NECESITAN?
El coordinador de la Unión Nacional de Cosmetiquería y Peluquería de Honduras (Unafecoh), Wilfredo García, consideró que lo mejor es que les aprueben una ley de amortiguamiento de pago de 11,000 lempiras para los empleados y que no se caiga el rubro de peluqueros, barberos y estilistas.
“Si el gobierno no nos escucha, nosotros ya estamos organizados para salir a protestar, porque se trata de un rubro con pequeñas y medianas empresas que estamos al punto del colapso, ya que de este trabajo dependen muchas madres solteras y padres de familia con bajos recursos económicos”.
Finalmente, García indicó que están garantizando todas las medidas de bioseguridad, con mascarillas, gel antibacterial, esterilización y distanciamiento para que ningún cliente sea objeto de contagios del virus.
Noticias Relacionadas: Reos se gradúan de barberos y técnicos en refrigeración