COVID-19 mata a “catracha” en España en solo 5 días

MA
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19 de mayo de 2020
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01:26 am
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COVID-19 mata a “catracha” en España en solo 5 días

Erika Mejía no logró superar la enfermedad, a pesar de toda la asistencia médica que tuvo en España, incluso un traslado en helicóptero de un hospital a otro.

La hondureña Erika Mejía (37) murió en las últimas horas por coronavirus, en Guadalajara, España, y su partida conmocionó a miles de personas, luego de que un diario de ese país publicara su historia.

De acuerdo a medios internacionales, los médicos españoles hicieron todo lo posible por salvarla, ya que se trataba de una hondureña que deja un vacío en una familia española y que para ellos fue muy importante por los años de trabajo y el esmero con el que desempeñaba a sus labores.

Erika Mejía era originaria de Omoa, Cortés, en zona norte de Honduras, y falleció por coronavirus al mediodía del domingo, confirmaron autoridades sanitarias y el periodista Juan Diego Quesada.

“Muchos me habéis preguntado en las últimas semanas por Erika Mejía, la trabajadora del hogar, hondureña, que el sistema sanitario trató de salvar a toda costa. Ha muerto hoy a las 12. Mañana habrá un breve responso por ella a las 17.30 en Guadalajara. Tenía 37 años y tres hijas”, publicó en Twitter Quesada.

SE AGRAVÓ EN 5 DÍAS

La narración de los hechos, que viene desde España, expone que todo comenzó cuando la hondureña presentó dolor en su oído, estómago, mareos y su temperatura llegó hasta los 40 grados y sus pulmones dejaron de funcionar de manera normal, siendo síntomas de COVID-19 desarrollados en tan solo cinco días.

El pasado 17 de abril fue trasladada al hospital de Madrid, por profesionales en la medicina en un helicóptero del Summa 112, desde la ciudad de Guadalaraja.

Ingresó directamente a la sala de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), su estado era crítico y desde entonces se mantuvo con dos máquinas que trataron de alargar su vida, pero lamentablemente la enfermedad la venció, informó diario El País.

Según las reglas de países europeos, el cuerpo de una persona que muera por coronavirus debe ser incinerado, por lo que se desconoce si la familia de la hondureña repatriará sus restos.

ALGUIEN IMPORTANTE

En uno de los artículos más leídos de El País en relación a la hondureña, se destaca que la noche del traslado de Erika Mejía, cuatro mujeres con bolsas en las manos observaban la escena en la puerta del hospital. Vieron la ambulancia en la que introducían a la paciente, más otra de apoyo con material médico necesario. A eso se añadían dos vehículos más con profesionales del Summa, por si había alguna complicación. Una pareja de guardias civiles en moto escoltaba la imponente caravana. Debe de ser alguien importante, dijo una de las mujeres.

Dentro iba Erika Mejía, hondureña, 37 años, vecina de Guadalajara, asistenta de hogar a media jornada, con el sueldo de quien trabaja 20 horas semanales y no le da más que para vivir en un piso que comparte con otras dos familias, donde siguen con entusiasmo las telenovelas turcas en televisión y salen a bailar ritmo punta, un baile hondureño, en la sala Rumba, regentada por un español. (SA)

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