Nery Alexis Gaitán
Para superar cualquier crisis se deben poner en práctica, de forma inmediata, soluciones efectivas. Tanto a corto como mediano plazo. De lo contrario, al cruzarse de brazos, la crisis se agiganta y el barco inevitablemente se hunde. Lo mismo un país.
La crisis sanitaria que estamos viviendo, y que nadie esperaba ni se estaba preparado para enfrentarla, es de grandes proporciones y sus estragos afectan todos los aspectos de la convivencia nacional. Sufren desde los grandes empresarios, pasando por los medianos y los pequeños; y, sobre todo, el comercio informal que vive del día a día. Sin poder reactivar la actividad económica usual, las pérdidas son cuantiosas para todos. El desempleo se agravará de una forma alarmante.
Pero ya sabemos que de nada sirve lamentarse sobre la leche derramada porque botada está y no hay forma de recuperarla. Lo mismo ante esta crisis que estamos viviendo. No podemos sentarnos solo a lamentarnos por lo que estamos sufriendo; es obvio que unos sufren más que otros y ya sabemos que siempre los pobres se llevan la peor parte.
Es urgente que se empiecen a desarrollar soluciones de forma inmediata. Para empezar, el pueblo debe tener una actitud positiva y hacer su parte. En primer lugar debe seguir las recomendaciones sanitarias. Y en segundo lugar empezar a generar actividades, dentro de lo permitido, para obtener ingresos y así hacerle frente a esta dura situación. Solo lamentarse y echarle culpa al gobierno no sirve para nada.
Hay cierta actividad comercial que no se ha detenido y sigue funcionando. Asimismo con medidas de bioseguridad se están abriendo más comercios. Eso es positivo porque genera ganancias y mantiene los empleos. Estos empresarios deben ser conscientes y ayudar a sus trabajadores. Ojalá se recuperen pronto los empleos perdidos. Creemos firmemente que muchos empresarios están en la capacidad de ayudar a sus trabajadores, aunque sus ganancias hayan disminuido, ello será en beneficio de sus empleados y por ende del país.
El gobierno tiene una gran responsabilidad en el manejo de la crisis, ya que debe suministrar todos los insumos de bioseguridad requeridos. Asimismo hacer más eficiente la distribución de alimentos, de esa forma inmediata los pobres tienen más alternativas de superar esta pandemia, sin andar en las calles propagando el virus.
Asimismo debe generar soluciones a corto, mediano y largo plazo que le permitan al pueblo superar, entre otros, el desastre económico que dejará este virus. Al respecto, el gobierno debe ser el garante de que la economía no colapse. Para ello debe presentar alternativas de alivio, tal como lo está haciendo, que involucre directamente a las grandes mayorías.
Los pequeños y medianos productores, así como los comerciantes informales, deben ser abarcados prioritariamente en los proyectos gubernamentales. No importa que para ello sea inevitable que el gobierno se endeude más, solicitando préstamos; a fin de cuentas ya estamos hasta el cuello de deudas, pero el país no puede irse a la bancarrota.
Salvaguardar la estabilidad económica, por parte del gobierno, es una prioridad inmediata. Y debe hacerlo de una forma ágil y transparente. Así el pueblo podrá salir adelante de esta dura prueba que estamos viviendo.
Hay que recordar que el equilibrio económico es fundamental para la estabilidad del país. La paz social descansa en el entendido que el pueblo tiene acceso a las necesidades básicas; techo, comida y salud son las necesidades urgentes.
En estos momentos de crisis, los políticos, sobre todo los de la oposición, deben hacer un alto en su agenda política antigubernamental, y en vez de estar solo criticando, deben incorporarse a actividades para el bien de la comunidad a que pertenecen. Bien dicen que las obras son amores y no buenas razones. Y estos políticos están faltos de obras a favor del pueblo.
¡Dios bendiga a Honduras!
