Oscar Lanza Rosales
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Los hermanos de Costa Rica (CR), están de fiesta porque la semana pasada, todos los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), aceptaron en forma unánime, que Costa Rica se integre como miembro a esa institución. Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, manifestó: “Estamos encantados de acoger a CR en la gran familia de la OCDE”.
Este es un esfuerzo que CR viene realizando desde 2012, pero hasta el 2015 la OCDE le dio el visto bueno para comenzar el proceso de ingreso, que culminó este año, al someterse a una rigurosa evaluación por parte de ese organismo.
La OCDE es un organismo de cooperación internacional, constituido ahora por 38 países, los más desarrollados del planeta -por eso lo llaman el club de los países ricos- cuyo objetivo es armonizar sus políticas económicas y sociales para maximizar su crecimiento económico, que contribuya a su desarrollo, y el de los demás países en general. Fue fundada en 1961 y tiene su sede en París, Francia. Tiene como lema: “Mejores políticas, para una vida mejor”.
¿Qué gana CR con formar parte de OCDE? Además de codearse con los países más ricos y desarrollados, podrá intercambiar información con ellos, experiencias sobre políticas públicas, buscar solución a problemas comunes, identificar buenas prácticas, todo con el propósito de mejorar el bienestar de su pueblo.
La OCDE es un club exclusivo. De América Latina, solamente participan México, Chile, Colombia y Costa Rica.
Además de esta lección magistral que nos brinda CR -de empuje, progreso y dinamismo- hay algunas otras, que me voy a permitir enumerar brevemente.
• Ha sabido manejar la pandemia del COVID-19, con una letalidad (fallecidos a infectados) menor al 1%, entre las menores del mundo, atribuibles a una alerta temprana, a la seguridad social con cobertura universal, que tiene el país, con más de 10 hospitales y mil clínicas, bien equipadas y con todos los insumos necesarios, y su gente, que con su alto nivel de educación ha respondido al distanciamiento social, al uso de la mascarilla y a las regulaciones higiénicas, para lo cual le ha favorecido, que casi el 100% de los hogares, tienen servicios de agua potable.
• El otorgamiento del Premio Nobel de la Paz, a su expresidente Óscar Arias Sánchez en 1987, por su valiosa contribución a la firma del Acuerdo de Esquipulas, el 7 de agosto de 1987, un compromiso firmado por los presidentes centroamericanos para poner término a la guerra civil que afligía a la región. Arias contribuyó a encontrarle una salida pacífica a las disputas entre el gobierno sandinista y los “contras”, que operaban desde territorio hondureño, financiados por Estado Unidos, y los diálogos que se crearon entre las facciones que combatían en El Salvador y Guatemala, y que habían producido miles de muertos en ambos países.
• En la parte tecnológica, CR realizó un hito histórico en 1999, al lograr que la multinacional INTEL, de ensamblaje de microprocesadores, instalara una de sus fábricas en su país, gracias a las gestiones personales del presidente de ese entonces, José Figueres hijo, y a la eficiente preparación, en el corto plazo, de los ingenieros técnicos -que requería INTEL para su operación- por parte de su universidad nacional. Eso significó para CR, pasar de una economía tradicional de exportación -café y banano- a una economía tecnológica, la creación de 2 a 3 mil empleos directos, con sueldos entre 2 a 6 veces el salario promedio del país, y una inversión aproximada de 1,800 millones de dólares. Aunque INTEL ya no tiene la fábrica en CR, dejó los conocimientos técnicos, que actualmente están aprovechando unas 100 empresas tecnológicas, dedicadas a la exportación.
• En el deporte, todos recordamos la gran hazaña que realizó CR, en el campeonato mundial de fútbol en 2014, en Brasil, en el que llegó a los cuartos de final, como un equipo grande e invicto, derrotando a Uruguay, Italia, empatando con Inglaterra y perdiendo solo por penales con Holanda.
Hay buenas cosas de las que puedo seguir hablando de CR, pero lo más grandioso es su democracia, que ha conservado desde su revolución de 1948, con José Figueres padre, como personaje fulgurante, y que abolió el ejército, para invertir su presupuesto en el bienestar de su pueblo, que hoy ante los ojos del mundo, figura entre los países más educados, saludables y con mayor seguridad social, del planeta.
Felicitaciones hermanos costarricenses por sus logros, y por apostar por un país AAA, el más sobresaliente de la región.
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