Por: Juan Fernando Herrera Ramos
Abogado hondureño residente en Taiwán
Según las cifras reveladas por el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), actualmente se han detectado 2,646 casos positivos de COVID-19 dentro del territorio nacional. Estos números podrían no reflejar el número real de contagios ya que, según el comisionado nacional de los Derechos Humanos, en Honduras deberían realizarse un mínimo de 2,000 pruebas diarias, cifra de la cual nos encontramos muy por debajo, para tener un número más cercano a la realidad de las personas contagiadas.
Con el anuncio de la extensión del toque de queda hasta el domingo 24 de mayo (fecha en la que la medida podría extenderse nuevamente) y con la cantidad de casos positivos en aumento, este virus parece ser una pesadilla que se rehúsa a terminar. Sin embargo, es importante el recordarles a los hondureños que, a pesar de las difíciles circunstancias, hoy más que nunca debemos mantenernos unidos para superar esta crisis.
Es por eso que considero necesario el traer a la luz algunos ejemplos de solidaridad que han llamado mi atención en medio de esta pandemia, ya que hay muchos casos de hondureños que están poniendo su granito de arena para llevar esperanza a los más necesitados, haciendo uso de sus propios recursos y de la buena voluntad de la gente a su alrededor.
Uno de esos casos es el de Kimberly Molina Zuniga, quien a través de su “Proyecto Solidario” llevó alimentos a más de 275 familias en aldeas que no están recibiendo la ayuda que necesitan para sobrellevar esta crisis. Su iniciativa se realizó con éxito gracias a la ayuda de voluntarios y de personas que contribuyeron a través de aportaciones económicas y de víveres para ayudar a estos sectores tan afectados.
También está el caso del abogado Olbin José Sarmiento Mena, quien al percatarse de que existen muchos profesionales universitarios que han sido afectados por la falta de empleo que esta crisis ha generado, la cual no hace distinción entre clases sociales o nivel educativo, decidió poner manos a la obra para brindarles el apoyo necesario para sobrellevar esta situación. El abogado utilizó las redes sociales para dar a conocer su iniciativa, recibiendo el apoyo de amigos y colegas, quienes se sumaron a su causa.
La Asociación de Hondureños Egresados de Taiwán, de la mano de su actual presidente Mario Antonio Rush Ordóñez, también ha estado realizando una labor similar, recolectando donaciones para luego entregarlas a diferentes hogares de niños y ancianos en Tegucigalpa. Ellos han podido realizar las entregas gracias a la colaboración recibida de parte de Glovo, lo que les ha permitido llevar un rayo de esperanza a nuestros compatriotas más necesitados.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo a pesar de las difíciles circunstancias, los hondureños continuamos apoyándonos mutuamente. Esto es algo que necesitamos resaltar, acciones que se deben imitar, ya que, aunque muchas veces se tenga la impresión de que para ayudar a otros es necesario tener grandes cantidades de dinero, con un poco de buena voluntad y trabajando juntos se pueden lograr grandes cosas.
Esta crisis va a pasar, existen muchos países como Taiwán, Alemania, Nueva Zelanda y Australia, los cuales ya han logrado tener el virus bajo control. Es verdad que dichos países tienen sistemas de salud mucho más desarrollados que los nuestros, pero es un hecho que más temprano que tarde, el virus estará bajo control en todo el mundo. Tenemos que tener algo de paciencia y continuar cuidándonos los unos a los otros, por nuestras familias y por nuestra población en riesgo.
Estas acciones deben recordarnos a todos que los hondureños somos buenos, que hay amor detrás de nuestras acciones y que cuando nos lo proponemos, somos capaces de superar cualquier adversidad sin importar qué tan adversas sean las circunstancias.
