¡Quiero ser la mamá de un genio!

MA
/
26 de mayo de 2020
/
12:29 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
¡Quiero ser la mamá de un genio!

De tal palo tal astilla

¿Qué probabilidad tenemos de que un hijo nuestro sea un genio, bien sea en las artes o en la ciencia?

En el área de la pintura, tenemos personajes que sobresalen por su capacidad casi “divina” para recrear escenas o transmitir emociones y sentimientos a través de su trabajo… pero la pregunta que siempre flota en el aire es la siguiente: ¿un genio nace o se hace?, la mayoría piensa que los genios nacen con el talento para desarrollar una actividad concreta y eso les basta para alcanzar la excelencia en ella, sin embargo, numerosos estudios han confirmado que esa teoría es totalmente falsa.

Es un hecho que los genios traen talento por naturaleza, pero este nunca será la característica mas importante que los haga sobresalir por sobre los demás. Para elaborar su libro “Creatividad” en el año 2008, el profesor Mihaly Csikszentmihalyi, entrevistó a 91 genios de todas las disciplinas, incluyendo 14 premios Nobel, y según sus observaciones, absolutamente todos los entrevistados tenían las siguientes características en común:

1) Son curiosos e impulsivos; tienen abundante fascinación por su trabajo y son determinados a la hora de lograr lo que se proponen.

2) Dedican gran cantidad de su tiempo a su especialidad. Lo más importante no es la educación formal que poseen, mas bien lo que hace la diferencia en ellos, es su dedicación y estudios autoimpuestos, por lo general son adictos al trabajo y la pérdida de tiempo los deprime.

3) Son muy críticos con su obra. Según los estudiosos, grandes genios de la talla de Pablo Picasso, tenían un patrón de trabajo que se basaba en ensayo y error. Ellos analizaban un problema y creaban una solución, siempre pensaban en que cosas tenían que hacer de forma diferente para lograr sus objetivos.

4) Son sacrificados, solitarios y hasta neuróticos. Muchos incluso tienen problemas de adaptación en la niñez y adolescencia pues sus intereses focalizados resultan extraños a sus compañeros. Practicar música, pintura, literatura o incluso matemáticas, a veces requiere de una soledad temible.

5) Trabajan siempre por pasión, nunca por dinero. Según el escritor Daniel H. Pink, autor del libro “LA SORPRENDENTE VERDAD SOBRE QUÉ NOS MOTIVA”, los artistas que han desarrollado su pintura y escultura por el placer de la actividad en sí, más que por las recompensas extrínsecas, han producido un arte que ha sido reconocido socialmente como superior, y paradójicamente, son los que han sido beneficiados por el reconocimiento y retribución que otros buscan frenéticamente como su objetivo final.

Como verán con todo lo anterior, lo de la genialidad tiene un fuerte ingrediente de personalidad y actitud, y eso a veces no suena muy atractivo, sobre todo cuando analizamos el tema del tiempo, esfuerzo y soledad que se afronta para sobresalir.

Aquí es importante detenernos y preguntar: Yo como madre ¿Qué puedo hacer para estimular a mi hijo y potenciar su capacidad artística e intelectual, al punto de poder convertirse en un genio en su especialidad?

Bueno, para responder lo anterior quiero contarles una corta historia: Un pequeño niño a los ocho años y medio entró a la escuela primaria de la cual fue expulsado tres veces en un periodo de tres meses (que fue el total de el tiempo que asistió) su maestro lo etiquetó como “retrasado, estéril e improductivo”. Un día el llegó hecho un mar de llanto a casa, contándole a su mamá lo que su maestro pensaba de él, ella enojadísima le reclamó al profesor de su hijo y asumió personalmente su educación. Este muchachito de la historia es Thomas Alva Edison, el inventor, científico y empresario estadounidense que se considera posiblemente el personaje que mas influencia mundial ha tenido con sus inventos, siendo el mas famoso el de la bombilla eléctrica o incandescente.

En su momento el manifestó lo siguiente: “Descubrí que una madre suele ser algo maravilloso, ya que mamá me cogió de la mano y me llevó de regreso de la escuela, hecha una furia, y le dijo al profesor que no sabía lo que estaba diciendo. Mamá fue la defensora más entusiasta que hubiera podido tener cualquier niño, y fue exactamente en ese instante cuando tome la decisión de que sería digno de ella y le demostraría que no estaba equivocada.” La historia cuenta que ella le proporcionó los libros, el lugar y los implementos para que él instalara un pequeño “laboratorio” en donde pudiera desarrollarse libremente.

Concluyo haciendo la siguiente reflexión: como madres es poco lo que podemos hacer en cuanto a “modificar genes” en nuestros hijos, pero sí es muchísimo lo que podemos lograr al darles las herramientas y sobre todo la educación, apoyo y aliento que necesitan para desarrollarse; ¡Tomémosles de la mano y hechas unas furias gritemos al mundo lo que ellos son capaces de hacer!

Más de Sociedad
Lo Más Visto