oscar lanza rosales
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Con esto del COVID-19, creo que los hondureños en general, cuando vimos que los sistemas de salud del primer mundo colapsaron -de Francia, España, Estados Unidos, en particular Nueva York- me imagino que se cruzó por la mente de todos nosotros “estamos listos y servidos para un desenlace fatal, la muerte”, tomando en cuenta nuestro nivel de pobreza y pobreza extrema, y el debilucho sistema de salud que tenemos.
Pero gracias a Dios, en Honduras se dio el milagro, tres médicos hondureños inteligentes, en el frente de batalla, combatiendo la enfermedad -uno en Texas y dos en los hospitales públicos de San Pedro Sula- ante la situación caótica médica que estamos viviendo, se lograron comunicar, y crear un procedimiento o protocolo para hacerle frente a la peste, y de esa manera reducir el crecimiento exponencial de contagiados y fallecidos, que era de los más letales del mundo, de 10%, y que ahora, cuatro o cinco semanas después de aplicar estos procedimientos, la mortalidad en cuidados intensivos, se ha reducido a la mitad, y la estancia de los pacientes recuperados, de 16 a 7 días.
Esta experiencia valiosa, ya ha sido reproducida en varios medios importantes del mundo, como el Universal de México, las cadenas televisivas CNN y Telemundo en Estados Unidos, y BBC de Londres.
Nuestros tres angelitos, que Dios les ha dado la sabiduría e iniciativa, han creado tres protocolos para atender a las personas que han salido positivas: MAÍZ, tratamiento conformado por Microdacyn, Azitromicina, Ivermectina y Zinc (de sus iniciales viene el nombre de MAÍZ), el que es aplicado a los pacientes positivos y que no presentan mayores complicaciones y pueden permanecer en reposo en sus hogares; CATRACHO, el tratamiento orientado para los pacientes graves, que necesitan ser hospitalizados. Su nombre resultó del acróstico conformado por los nombres en inglés de sus principales medicamentos antiinflamatorios y anticoagulantes.
Con estos dos métodos se ha bajado la tasa de letalidad y una mayor recuperación de los pacientes contagiados. Además, han creado un tratamiento puente entre MAÍZ Y CATRACCHO, el AAA, para aquellos pacientes que estando en casa, se complican y deben ser trasladados a un hospital. El tratamiento se aplica en el trayecto casa-hospital.
¿Quiénes son estos distinguidos médicos? Los tres tienen especialidad en medicina interna. Miguel Sierra Hoffman, trabaja para hospitales en Victoria, Texas. Especializado además en enfermedades infecciosas y pulmonares; Jorge Díaz, jefe de Cuidados Intensivos, en los hospitales CEMESA y Leonardo Martínez; y Fernando Valerio, jefe de Cuidados Intensivos del IHSS de SPS; estos dos últimos, tienen especialidad en medicina crítica e intensiva.
Hay otros profesionales que han hecho viable los procedimientos, sobre todo en las campañas de comunicación social. Identifico al doctor Carlos Umaña, presidente de los médicos del IHSS en SPS, que ha alentado al tratamiento y sus autores, y ha mantenido al país al día en el avance de la pandemia. El doctor Omar Videa, con varias especialidades, contratado por Telesistema Hondureño para asesorarlos en esta crisis, ha sido un excelente comunicador y motivador para poner en práctica estos procedimientos. Y sin lugar a dudas, el periodista Edgardo Melgar, que ha divulgado en los telenoticieros que él maneja, la propuesta Sierra-Diaz-Valerio.
Como ha dicho el doctor Díaz, “Esta no es la solución para resolver el problema, pero es una estrategia que ayuda al sistema sanitario a soportar la carga de pacientes que está llegando, reducir la tasa de mortalidad y da a la población la posibilidad de prepararse mejor y asistir oportunamente a los centros primarios de atención”.
Yo digo, que marca un punto de partida, un norte, que se puede ir perfeccionando. Estamos en mejores condiciones para enfrentar la pandemia, que Brasil, México y Estados Unidos, que andan dando palos de ciego y no saben para dónde van.
Esta estrategia nos da esperanza a los hondureños y han salvado al gobierno de JOH, que andaba desbarajustado al principio, comprando a tientas y a locas, insumos y hospitales móviles a precios sobrevalorados, y de repente, innecesarios.
Este gobierno debe complementar de manera eficiente, el esfuerzo de estos tres médicos, y sus recomendaciones. Por ejemplo, con una mejor logística en el epicentro de la pandemia, el Valle de Sula. Se requiere hacer más pruebas y no hay reactivos para hacer las mismas. Y además solicitan contratar a los dos mil médicos que están terminando su servicio social en esa región, y que ya están entrenados en aplicar el MAÍZ-AAA-CATRACHO.
Felicidades y gracias al trío Sierra-Díaz-Valerio por esta inteligente iniciativa. ¡El pueblo hondureño está orgulloso de ustedes!
