Precandidatos

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29 de mayo de 2020
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12:27 am
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Precandidatos

Carolina Alduvín

CAROLINA ALDUVÍN

En mitad del revuelo, los atrasos, los pendientes y los trastornos a raíz de la pandemia en curso, muchos parecen haber olvidado que el año entrante es año electoral; por tanto, este es de contiendas internas. Por supuesto, no los políticos, aunque hayan dejado el primer plano en los noticieros, sigue siendo su objetivo y prioridad colocarse como candidatos para 2021. Los liberales con el bajo perfil al que los obliga la agonizante condición de su partido, los refundidores con su falta de repertorio que, los confina a miembros de una misma familia y, los del partido en el poder con tímidas alianzas e incipientes anuncios, más que todo, cuidándose de no caer en desgracia con el gobernante; después de todo, no se descarta una nueva postulación, dado que por a o por b, la reelección no fue reglamentada.

Más allá de los partidos, se levanta un par de manos, una viene del gremio médico, considerado heroico en los días que vivimos, con liderazgo que la mantiene a la cabeza desde hace unos años, se nota que le gusta el poder, alega solo cumplir las resoluciones de las asambleas que preside.
Aparentemente, no era su propósito inicial, pero los hechos de hace casi un año, encabezando protestas por el contenido de unos PCM que ponían en precario el acceso del ciudadano común a los servicios de salud y educación públicos, le dio la visibilidad y el protagonismo suficientes como para que las liebres la consideraran contrincante presidenciable.

Después de todo, el movimiento, aunque violentamente reprimido al principio, logró la derogación de los decretos, sin acuerpar la continuación de las propuestas hasta la salida del Presidente, tal como pretendía el líder bigotón y sus seguidores. La pandemia puso en evidencia que el sistema de salud estaba colapsado desde hace mucho, las medidas dictadas por el gobierno y medianamente acatadas por la población, han dilatado la saturación de los hospitales, pero todo apunta a que es solo cuestión de tiempo que los casos aumenten en forma dramática. Ahora que el tiempo le ha dado la razón, la doctora considera postular una precandidatura presidencial por el Partido Liberal. De repente y hasta levanta el muerto…

Por otro lado, un empresario de comidas rápidas nacionales, cuya historia es de esas que gustan al populacho, comienza llamando la atención con una huelga de hambre en protesta contra los altos cobros injustificados e ilegales de energía por parte de la empresa concesionada más impopular, sin distingo de clases sociales. Sigue con una demagógica donación de aves vivas, durante la cual, indudablemente el número de contagios se hizo exponencial en un solo punto, para finalmente destapar sus intenciones de ocupar la silla presidencial del 2022 al 2026, sin identificar estructura partidaria alguna y dando a entender que se deslinda de lo tradicional.
Las preguntas entonces son: ¿tienen alguna oportunidad? y, en tal caso, ¿a cuál irle? Definir una estructura partidaria, aunque sea una tan golpeada, otorga mayores posibilidades reales al sueño; falta ver qué dicen y hacen los actuales dirigentes, aspirantes en fila, activistas y votantes. Habrá mucho que negociar, conceder, pactar y honrar para que la precandidatura en ciernes sea viable, la doctora tiene a su favor haber propiciado una retirada táctica y la sensatez de no haberse dejado manipular ni entregar su movimiento, cuenta con liderazgo, aunque no sea lo mismo conducir un gremio que entrar en componendas electoreras de otro nivel, un circo para el que, por ahora, no hay tantos espectadores, toda la atención la acapara un virus.

En cuanto al empresario, juega con otras cartas y, las candidaturas independientes nunca han tenido buena apuesta, no falta quienes se sientan decepcionados por el hecho que, después de todo, las gallinas nunca fueron gratis, aún así no se hayan condicionado, lo que reduce, aunque no significativamente los asomos de popularidad que haya generado, en su contra, pesa el hecho que solo fue comida para un día, o menos. Si esa es la estrategia, sus recursos son más que insuficientes, sin mencionar la falta de cancha y el querer derrotar un sistema que no da muchos indicios de conocer su manejo, igual habrá que ver el desarrollo de los acontecimientos.

En el supuesto que las cosas vuelvan a la normalidad, que sigue viéndose indefinida, aunque las reglas escritas no hayan cambiado, lo que estamos viendo venir, ahora que algunas garantías siguen en suspenso, es que cuatro años más no van a bastar, para eso soltó unos confites sonda.

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